Gustavo, de 12 años, es uno de los miles de niños que han sido deportados durante la emergencia por la pandemia. Su madre entregó todos los papeles para que lo reunieran con su abuelo en Carolina del Norte, pero lo enviaron a su país de origen, quedó bajo la custodia del gobierno y un anuncio de televisión permitió conocer su paradero. Esta es su historia.
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