Esta madre de siete hijos, dos de ellos adoptados desde Haití, es católica practicante y tiene una gran influencia sobre el ala conservadora de EEUU. Sus posturas con respecto a inmigración, la posesión de armas y el aborto son muy similares a las del presidente, de allí que analistas crean que su nominación podría resultar determinante de cara a las elecciones de noviembre.
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