"Estas personas también están caminando de noche. Los cañones son demasiado resbalosos, peligrosos y muchos se caen", enfatizó Alan Regalado, agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el sector de Tucson, Arizona. Según información, en lo que va del año fiscal, en esa zona se han detenido cerca de 1,500 niños cada mes.
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