La jueza Ruth Bader Ginsburg pidió que su reemplazo fuera elegido por el nuevo presidente, pero Trump indicó que hará la nominación antes de las elecciones, por lo que la decisión queda en manos del Senado. Para detener las intenciones del mandatario, se necesita que cuatro senadores republicanos se unan a los demócratas y voten en contra. Hasta ahora, dos de ellos han indicado que el nombramiento debe hacerlo el próximo gobernante.
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