Este 24 de enero entran en vigor nuevas regulaciones que buscan proteger y mejorar las condiciones laborales de casi 65,000 repartidores de comida en la ciudad de Nueva York. Ahora, los restaurantes deberán dar acceso al baño a estos trabajadores y las aplicaciones de comida a domicilio tendrán que revelar el valor de lo que les corresponde como propina. Además, desde abril estas personas podrán decidir qué tan lejos viajarán y se les pagará semanalmente.
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