Miembros de organizaciones civiles y de una iglesia ya han habilitado parte de este albergue para llevar allí a los migrantes más vulnerables que, por diversas razones, viven en las calles en condiciones inhumanas. El campamento cuenta con vigilancia las 24 horas y los funcionarios del mismo diariamente preguntan quienes quieren regresar a sus países o continuar a la espera por ingresar a EEUU.
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