¿Te sientes inflamado todo el día? Estas serían las razones de tu mal estado

Amanecer inflamado o inflamarte después de comer es uno de los malestares más comunes entre los individuos, sin embargo, hay que aprender a detectar si se trata de un acto ocasional o una constante. Entérate aquí si debes preocuparte o solo mantenerte alerta.

Por:Univision

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Dicen por ahí que saber comer es todo un arte y si analizamos un poco la frase encontraremos una gran verdad. Y es que la velocidad con la que vivimos la vida nos orilla a consumir alimentos que al cuerpo no le caen del todo bien, ya sea por la edad o por alguna intolerancia.

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Normalmente la inflamación o también llamada distención abdominal es provocada por comer en exceso, más que por una enfermedad grave, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., NIH por sus siglas en inglés.

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Estos síntomas son fáciles de detectar si se pone un poco más de atención a la reacción de cuerpo tras la ingesta de algún alimento.

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Por ejemplo ¿tú sabías que hay alimentos que nunca deberías de combinar porque resultan una bomba para tu estómago?

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Té de jengibre. Esta planta tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que ayudan a aliviar el dolor de cabeza.

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Frijoles con queso es otra combinación que tu estómago resentirá. Ambos son de los alimentos más inflamatorios que pueden existir y si los combinas no te auguramos un buen día.

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Hay inflamaciones que no deben tratarse a la ligera como bien menciona la NIH uno de ellos es la acumulación de líquidos en el abdomen o ascitis.

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La ascitis es la acumulación de líquidos que rodea a los órganos en el abdomen. Dicho síntoma es muy frecuente en personas con algún tipo de cáncer.

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Los síntomas de la ascitis son aumento de peso, falta de aire, sensación de saciedad, distención o hinchazón abdominal, sensación de pesadez e indigestión.

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Es muy importante que aprendas a conocer tu cuerpo y las reacciones que tiene ante la ingesta de algún alimento o ante la mezcla de alimentos prohibidos. Si el problema va más allá no dudes en acudir con tu médico de cabecera.

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