La explosión del martes golpeó Beirut como un sismo de magnitud 3.5 y pudo escucharse hasta la República de Chipre. Hasta el momento se ha confirmado la muerte de por lo menos 100 personas y que unas 4,000 resultaron heridas, pero se espera que las cifras sigan creciendo por el estallido de más de 2,000 toneladas de nitrato de amonio, almacenado por años sin medidas de seguridad.