Ellos y el embarazo, ¿ya sabes cómo involucrarlo?

¿No sabes cómo involucrar a tu pareja en la etapa del embarazo? Descubre algunos consejos para que él esté más presente en esta maravillosa fase.

¿No sabes cómo involucrar a tu pareja en la etapa del embarazo? Descubre algunos consejos para que él esté más presente en esta maravillosa fase.

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El resultado es positivo: ¡van a ser padres! Ya sientes la necesidad de planear y organizar todo para la llegada del bebé. Necesitas apoyo y esperas contar con tu pareja durante el embarazo, pero él no parece muy conectado con el tema… ¿Qué hacer para involucrarlo? Los siguientes consejos podrían ayudarte.

Para ver y leer. Los libros sobre gestación y maternidad no son exclusividad de las mujeres. Invita a tu pareja a leer sobre el tema y verás cómo despierta su interés por la paternidad. En la web también encontrarán documentales interesantes al respecto, como The Secret Life of Babies.

‘Apps’ y ‘gadgets’. No olviden descargarse las aplicaciones móviles que permiten seguir el desarrollo del bebé semanalmente. El sitio BabyCenter ofrece My Pregnancy Today y My Baby Today. Las dos son gratuitas y están disponibles para iOS y Android. Además, hay una infinidad de ‘gadgets’ para que tu chico se “conecte” con el bebé, como el BabyWatch Health Tracker, que a través de un ultrasonido portátil, auriculares y una ‘app’, permite escuchar y monitorear los latidos.

Cursos. Asistan juntos no sólo a clases de preparto, sino también aquellas relacionadas con la lactancia materna y cuidados del bebé. Es más, el sitio KidsHealth indica que existen cursos especiales para padres primerizos: ¡investíguenlo juntos!

Control prenatal. Programa las consultas con el obstetra y las ecografías en horarios que también sean convenientes para tu pareja. Recuerda que ver al bebé y oír su corazón es una experiencia única que los acercará mucho más.

Desde que mi hija cumplió tres años y comenzó a sentirse "grande" para hacer algunas cosas sola, se ha repetido la escena en la que le pido que ordene sus juguetes, y ella se niega a hacerlo.

Sé consistente. Es normal que los niños pongan los límites a prueba, a medida que buscan entender las verdaderas reglas y consecuencias, nos explica el psicólogo infantil Rahil Briggs, del Hospital Montefiore.

Sé coherente: si un día permites saltar en la cama y al otro no, los confundirás.

Diferentes agendas. Frecuentemente, los padres y sus hijos tienen agendas distintas.

Sólo porque los adultos deseen que el niño ordene o se prepare para la cama, no significa que el pequeño no prefiera seguir jugando, avisa Briggs. Apúntate más sugerencias del especialista.

Promueve la rutina. Los niños se benefician de ella, ya que les permite anticiparse a lo que vendrá después. Siempre que te sea posible puedes, por ejemplo, prepararlos para dormir leyéndoles un libro, o cantándoles una melodía especial.

Vuélvelo un juego. Cuando sea viable, convierte la tarea en una competencia. A la hora de ordenar los juguetes, por ejemplo, diles que quien junte y guarde la mayor cantidad de muñecos en un minuto, ¡gana un premio!

Consecuencias naturales. ¿No quiere ponerse el abrigo para salir en invierno? Llévalo contigo y, tras algunos minutos a la intemperie, él solo te lo pedirá.

En lugar de discutir con los hijos, a veces es mejor esperar a que surtan efecto las “consecuencias naturales” de sus actos.

Recompensa su esfuerzo. A muchos niños (y adultos) les desagradan las tareas domésticas. Enséñale a tu niño a cooperar, ayudándolo.

Luego, premia su esfuerzo: se sentirá apreciado y valorado.

¿Te escuchó? Muchas madres piensan que sus niños no cooperan porque las ignoran, pero suele ocurrir que están tan absortos en lo que hacen que, sencillamente, no las han oído, indica el portal Become a Nanny.

En lugar de entrar en gritos, asegúrate de que tus hijos sepan lo que esperas.

Empodéralos. Otra forma de lograr que tus hijos cooperen es darles cierto poder en el asunto. En lugar de decirles que tienen que ponerse los tenis, podrías preguntarles: "¿Quieres usar los negras o los rojas?", propone la coach en paternidad, Kathy Slattengren, en su sitio Priceless Parenting.

“Y punto”. Cuando tu niño quiera algo y le hayas dicho que no, dale respuestas que no inviten a la discusión.

Reconoce su queja, pero sin responder al contenido específico de lo que diga. Al usar respuestas "neutras", el pequeño no tendrá de qué asirse para pelear, subraya Slattengren.

Evita los castigos. ¿Has intentado ser empática y paciente, pero tu niño sigue negándose a cooperar?

Mantén la calma. Los castigos y la fuerza sólo generarán una mayor resistencia, advierte la psicóloga Laura Markham, en la revista Psychology Today.

Win-win. Puedes empoderar a tu hijo si le brindas la oportunidad de tomar decisiones. Para esto, si tiene la edad suficiente, claro, conversen juntos soluciones que los dejen a ambos satisfechos, aconseja Markham.

Pase libre. De tanto en tanto, puedes cortar con la rutina y darle a tu niño un pase libre. Pero asegúrate de hacerle saber que se trata de una excepción y que, si lo desea, puede "ahorrarla" para otra oportunidad.

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Desde que mi hija cumplió tres años y comenzó a sentirse "grande" para hacer algunas cosas sola, se ha repetido la escena en la que le pido que ordene sus juguetes, y ella se niega a hacerlo.

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No solo debes pensar en tu bebé, ya que tú serás quien lo lleve a todos lados. Considera tus necesidades y elige el mejor cochecito.

Los bebés no pasan mucho tiempo en el cochecito, así que debes asegurarte de comprar el indicado para disfrutar de esta etapa.

Si estás constantemente maldiciendo porque las ruedas están torcidas o es difícil de plegar, la pasarás mal. Esta guía puede ayudarte a adquirir el correcto.

Considera el terreno. Si te mueves en un área urbana, sobre aceras bien cuidadas, no necesitarás el mismo cochecito que para transitar por el campo o la playa.

Existen carros con distintas características para cada terreno.

El material. Por ejemplo, uno de acero se sostiene mejor que uno de aluminio, pero también es más pesado.

Para la ciudad es mejor comprar el liviano, sobre todo si vives en un apartamento sin ascensor o utilizas el transporte público.

¿Las ruedas? Es conveniente que sean de goma, resistentes e inflables. Son mejores para superficies rugosas y harán el paseo más suave para tu bebé.

También resultan prácticas para las escaleras. Pero recuerda que debes rellenarlas con aire, así que consigue un inflador.

Que sea compacto. A veces, seguramente necesites meter el cochecito en el baúl del coche o subirlo al transporte público. Comprueba que se pliegue fácilmente, aconseja la Clínica Mayo.

Espacio para guardar. El cochecito será el principal transporte de tu bebé. Asegúrate de que tenga lugar para almacenar sus cosas y las tuyas. Colgar elementos del manubrio puede ser riesgoso, ya que el peso podría tumbarlo, advierte la Academia Americana de Pediatría.

¡Pruébalo antes! Algunos cochecitos ruedan muy bien vacíos, pero cuando los cargas empiezan a fallar. Llena con peso el de la tienda y pruébalo antes de comprarlo. Empújalo con una mano, con ambas, checa cómo gira. Allí notarás la diferencia.

Si no estás segura… Algunos cochecitos son muy costosos, así que si no sabes qué modelo comprar, lo mejor es empezar por uno económico. Si se rompe o no te resultó práctico, al menos no fue una gran inversión, y ahora sí sabrás qué buscar.

Para mamás poco activas. El precio aumenta según las características y los materiales del cochecito. Si no eres una mamá activa y solo transitarás caminos suaves, uno costoso puede ser un desperdicio de dinero. Elige el que mejor se adapte a tus necesidades.

Extras. Existen cochecitos diseñados para que el bebé te mire a ti cuando pasean. Otros incluyen bandejas para comer bocadillos.

Estás características son prácticas, pero pueden cambiar la forma en que el cochecito se pliega. Piensa si realmente las aprovecharás antes de comprarlo.

Pregúntale a tus amigas. Si ellas atravesaron esta experiencia y crees que tu estilo de vida es similar, pregúntales qué cochecito les resultó más conveniente. Comparte tus dudas y que te ayuden a decidir.

No son para siempre. Eventualmente, deberás reemplazarlo. Hay cochecitos para distintas etapas o quizás en el camino necesites otro modelo.

Con suerte, tu bebé estará listo para caminar antes de tener que comprar otro.

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No solo debes pensar en tu bebé, ya que tú serás quien lo lleve a todos lados. Considera tus necesidades y elige el mejor cochecito.

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Arreglos necesarios. Involúcralo en las mejoras o arreglos que deban hacer en casa antes de la llegada del bebé. Esto lo ayudará a sentir que está trabajando por la seguridad y el bienestar de su niño.

Sí al diálogo. Permítele hablar, abierta y honestamente, sobre sus miedos y preocupaciones con respecto a ser papá. Recuerda que él también los tiene.

Sé honesta. Háblale con total sinceridad sobre lo que esperas de él y la ayuda que vas a requerir durante el embarazo.

‘Paternity leave’. Contar con tu pareja durante las dos primeras semanas después del parto, no sólo será de gran ayuda para ti, sino que le dará tiempo para conocer al pequeño y familiarizarse con los cuidados. Puedes delegarle algunas tareas para que se sienta “útil”, como bañarlo.

¿Qué otras cosas puedes hacer?

Pídele a tu esposo que te acompañe a elegir algunos artículos para el bebé, como la cuna, el carrito, una tina de baño o la silla para el coche, así sentirás que cuentas con él, incluso, para realizar las compras necesarias para la llegada del pequeño.

También puedes decirle que le hable o cante al bebé mientras aún está en el vientre, así se familiarizará con la voz de los padres más fácilmente. Recuerda: déjalo sentir los movimientos del bebé, seguro esos primeros contactos podrían emocionarlo hasta las lágrimas.