Cuanto más logros se tienen en la carrera profesional, más alto se quiere llegar. Para unos, se trata de simple ambición por un sueldo mayor, pero a otros nos impulsa el deseo de superarnos cada vez más. Pero ¿cómo saber cuando estás pasando el límite entre la superación personal y la ambición codiciosa?
¿Superación o ambición?
Disfruta ya la entrada 43 del Blog de Lichita: ¿Superación o ambición?


Puedo apostar a que tú también has pensado en la ambición como algo negativo y generalmente relacionado a la famosa frase de “el fin justifica los medios”. Y es que socialmente sabes que destacar, mostrarte inconforme y ser ambiciosa no está bien visto… Pues ¿te digo algo?, si quieres superarte en cualquier aspecto de tu vida, la ambición es un motor necesario.
Tienes que empezar por eliminar el prejuicio negativo, por ejemplo, debes dejar de pensar que un empresario ambicioso sólo piensa en ganar dinero o que un empleado con ambición es un trepador. No confundas la ambición con codicia y avaricia.
Si quieres cambiar las cosas que no te gustan o superarte consiguiendo aquello que siempre has soñado, necesitas ambición bien encausada para impulsarte a hacer las cosas mejor, ser perseverante y a no rendirte ante los obstáculos que se te presenten en el camino.
Como casi todo en la vida, la virtud está en encontrar un punto medio de equilibrio que no sobrepase los límites de tus valores. La ambición en una medida exacta te permitirá disfrutar el proceso de crecimiento y te dará una gran satisfacción cuando hayas alcanzado tus metas superándote gracias a tu esfuerzo, motivación y actitud.
¿O tú qué piensas?...









