La clave es poder resolver

Todas hemos escuchado aquella frase de que “en esta vida nadie es indispensable” y en el ámbito laboral es mucho más recurrente de lo que quisiéramos. Puede que trabajes mucho más que los demás, llegues antes que todos y te vayas a altas horas porque piensas que es la forma de demostrar tu responsabilidad y compromiso, por lo que resulta muy decepcionante pensar que al final esta frase es muy cierta.

Yo estoy en una nueva etapa en donde voy descubriendo muchas cosas profesionalmente y, por eso, quiero compartir contigo algo que aprendí recientemente. Tu capacidad laboral no se mide por la cantidad de horas que pasas en la oficina, sino por la calidad de tu trabajo pero sobre todo por tu reacción ante los problemas que se presentan en el día a día.

Tal vez te parezca que no es importante o que hay cosas que no están en tus manos y por lo tanto no te corresponde resolverlas, pero ¿te digo algo? Ser pro activa y tener visión para ofrecer soluciones -incluso cuando los problemas apenas surgen- puede resultar la clave para volverte una pieza importante en donde colaboras.

Ofrecer nuevas y valiosas ideas que beneficien a todos puede hacer que tus compañeros te reconozcan como guía o líder aunque jerárquicamente no lo seas. Sólo ten cuidado y trata de incluir a tus jefes para que te reconozcan como un elemento estratégico en quien pueden confiar y no como una amenaza, no olvides que las relaciones son cruciales en el camino del ascenso hacia tus objetivos.

Así que, cualquier cosa a la que sea que te dediques, recuerda que imprimir pasión y amor por tu trabajo te puede convertir en un elemento importante para el equipo, pero sobre todo te ayudará a dejar tu huella.

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