Descubrirse entre nubes

La primeras veces siempre nos marcan. Tu primer amor, tu primer beso, tu primer corazón roto y, lo que nos tiene aquí hoy, la primera vez que te entregas en cuerpo y alma a una persona. Puede que los tabús, la presión social y el miedo al “qué dirán” hagan que esta sea una decisión a veces un poquito difícil de tomar pero ¿te digo algo? cuando llegue la persona indicada simplemente lo sabrás. ¿Por qué lo sé?... Porque a mi me acaba de pasar.
Y es que entregarte a alguien implica más que sólo los cuerpos entrelazados. Se trata de un intercambio de energía y sentimientos en donde ambas partes se despojan de todo para mirarse a los ojos y decir sin palabras aquello que no han compartido con nadie.
Para mi ha sido uno de los momentos más bonitos e importantes al lado del hombre que llegó a mover todito mi mundo y, sin ser planeado, resultó un instante perfecto en donde me tuvo entre sus brazos y yo sentí que nada malo podría pasarme mientras estuviera a su lado.
No voy a ocultarte que, muy en el fondo, seguía por ahí escondidito ese miedo a terminar llorando otra vez por no haber tomado la decisión correcta, aunque acá entre nos, creo que es muy natural sentirse así ante los grandes momentos de tu vida… Ya sabes, aquéllos en los que decides aventarte a lo desconocido.
Después de todo, resulta que son esos momentos mágicos, intensos y maravillosos los que descubren una parte de ti que no conocías. Es en ese encuentro frente a la persona indicada, vibrando al mismo ritmo, con el tiempo detenido y el corazón dando brinquitos tan fuertes que parece que se va a salir de tu pecho… donde entonces suspiras y te entregas completamente al amor.
Un mágico universo estalla y se revela ante ti, todo parece ser tan claro y fuerte que desearías que es instante no terminara nunca. Es por eso que te recomiendo disfrutar hasta el más pequeñito detalle y hacerlo con quien tú decidas cuando te sientas segura, porque a partir de ese momento las cosas nunca volverán a ser igual… ¡Serán mejor!