Nabila Rifo cuenta que la primera pedrada le hizo retumbar la cabeza. Luego vino otra. En la tercera quedó inconsciente y boca arriba. "De ahí no doy más, me hice la muerta para que no me siguiera pegando", contó en un interrogatorio judicial de más de dos horas.
"Mis hijos me preguntan por qué no tengo mis ojos": El duro relato de una mujer atacada por su pareja en Chile
Nabila Rifo revivió en el juicio la brutal golpiza en la que su expareja Mauricio Ortega le sacó los ojos, le fracturó varios huesos y la dejó sin dientes. El hombre fue condenado este martes a 26 años de prisión, una sentencia ejemplar para un caso de violencia de género en Chile.

Fue en vano. Su expareja Mauricio Ortega se ensañó aún más contra ella. Le sacó los dos ojos y los dientes y le fracturó varios huesos.
Minutos antes habían tenido una pelea dentro de su casa en Coyhaique, en el sur de Chile. Rifo dijo que Ortega le dio un palmetazo que la lanzó al suelo. Me dijo maraca de mierda (...) Como pude lo empujé y salí".
Fue en la calle donde la tumbó con la pedrada. La mujer de 29 años y madre de cuatro niños no recuerda la peor parte de la paliza. Se dio cuenta al despertar en el hospital con los ojos vendados. "Le dije a la señora (enfermera) que por qué no prendía la luz. Me dijo que había tenido un accidente", recordó.
"Le dije que si iba a volver a ver y me dijo que no, pero que me iban a dar unas prótesis. Le dije que sin con las prótesis iba a volver a ver y me dijo que no", relató en el proceso judicial que terminó este martes con una condena de 26 años de prisión para su expareja, una sentencia ejemplar en un caso de violencia de género en el país sudamericano.
"Para mí era un infierno lo que me estaba pasando", dijo con la voz quebrada. Luego se quitó las gafas que llevaba y continuó así su relato.
Escuchar de boca de Rifo qué pasó la mañana del 14 de mayo de 2016 fue clave porque, ante el tratamiento del caso en algunos medios y la manera en la que se desarrolló el juicio, la mujer debió ponerse en más de una vez en la posición de tener que defenderse.
"Me preguntan por qué estoy tan cambiada"
Durante el proceso, algunos cuestionamientos colocaron a Rifo como la "mala víctima". En un país conservador como Chile se habló de la forma en la que vestía y si bebía alcohol. En el juicio se le preguntó incluso si había bailado en la reunión que hubo en su casa horas antes del ataque de su entonces pareja.
Inicialmente, Rifo declaró que la paliza se la propinó un "metalero". Pero al palpar el sufrimiento de sus hijos asegura que decidió decir la verdad.
Sentí "el sufrimiento, toqué a mis hijos por primera vez. (El más pequeño) no me reconocía y los más grandes lloraban".
"Yo decía 'cómo los voy a ver, cómo los voy a vestir, cómo los voy a sacar a pasear. Sufrí demasiado, por eso dije la verdad", contó. "Me preguntan por qué no tengo mis ojos y por qué estoy tan cambiada", dijo Rifo sentada ante el juez.
Ortega fue condenado a 12 años y 180 días por el delito de femicidio frustrado y otros 12 años y 180 días por el de "lesiones graves gravísimas" por extraerle los ojos a Rifo. Además, dictó 540 días adicionales por el delito de violación de morada violenta por otro episodio ocurrido en junio de 2015 cuando Ortega Ruiz se presentó con un hacha en la casa donde Rifo estaba con sus hijos.
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