China impuso nuevas restricciones a los jugadores en línea menores de 18 años que ahora no podrán jugar entre semana y tendrán su tiempo limitado a solo tres horas los fines de semana. La medida represente un endurecimiento de las regulaciones establecidas en 2019. Aunque el gobierno justificó que con ello se evita que los jóvenes se vuelvan adictos a los videojuegos, analistas consideran que se trata de una creciente movida contra las empresas privadas, que se verán impactadas por la decisión.