Las fotos de las visitas oficiales de mandatarios de otros países a la Casa Blanca suelen ser planas y de las mismas características: unas poltronas amarillas, mostazas o naranjas como fondo, quizás un apretón de manos afable y ninguna primera dama detrás. Pero los analistas sospechan que sin la reina Rania en la foto, quizás este encuentro y esta foto habrían pasado desapercibidos.