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Michelle Obama y Hillary Clinton, de rivales a trabajar juntas
Aunque los avatares propios de la campaña presidencial de 2008 las alejó y creó una cierta animadversión, por estos días de justas presidenciales Michelle Obama se ha visto más activa y comprometida que nunca promocionando a Clinton. [VER FOTOS]
Una de las últimas misiones que Michelle Obama ha asumido como primera dama ha sido apostar todo su capital político a apoyar la candidatura de Hillary Clinton. Carolina del Norte, uno de los estados péndulo en estas elecciones, fue el lugar histórico en el que, el pasado 27 de octubre, la primera dama acompañó en una alocución a Hillary Clinton para convertirse así en una de las portavoces más poderosas en esta campaña.
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A pesar de la animosidad que hubo entre Michelle Obama y Hillary Clinton en las campañas presidenciales de 2008, cuando su esposo se enfrentó con la demócrata, la primera dama ha desplegado todo su arsenal político dando conmovedores discursos. Con un vestido en degradé, de cuello recogido y de mangas, con su espontaneidad y su enfático discurso, Michelle Obama intentó también ayudar a convertir Arizona en un estado azul.
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Lo mismo hizo Obama en Lasalle University, en Filadelfia, en donde dijo enfáticamente: "Necesitamos un adulto en la Casa Blanca. Cuando se toman decisiones sobre vida o la muerte, la guerra o la paz no podemos tener un presidente que estalle irracionalmente". Su traje azul de cuadros negros fue de nuevo una declaración de estilo.
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En su periplo por varias regiones del país apoyando a Hillary Clinton, Michelle Obama ha usado vestidos de siluetas simples, y de estampados serios. Este de corte a la cintura y sin mangas lo usó recientemente en su discurso en Virginia en el que le recordó a los millenials cómo en las elecciones de 2012 los votantes de menos de 30 años fueron cruciales.
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Aunque en el libro First Women, the Grace and Power of America’s Modern First Ladies, de Kate Anderson Brower se sugiere que Michelle Obama no siente mucha empatía por la política, durante sus encuentros siempre se mostraban cordiales la una con la otra.
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Año tras año, Michelle Obama y Hillary Clinton se dieron una cita en la cremonia que celebraba a las mujeres valientes de Estados Unidos. En esta foto, tomada en 2011, quedaron resumidas sus apuestas de estilo. Las dos políticas, sin embargo, no eran cercanas, los ataques iniciales que hizo Hillary a la campaña de Barack Obama, mofándose de los ideales de cambio y esperanza de los que hablaba, parecían aún no ser cosa del pasado.
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En el funeral de Betty Ford, en la iglesia de Santa Margarita, en 2011 se sentaron hombro a hombro con sus trajes de luto. Mientras la Secretaria de Estado dejaba crecer su pelo (que a veces le condenaron por llevar un poco desaliñado), Michelle Obama llevaba el suyo más corto que nunca.
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Aunque este retrato fue tomado en 2010 en el Capitolio, podría ser perfectamente una imagen que resume la relación que mentienen las políticas en estos días de campaña en donde se hablan al oído y en los que hacen promesas importantes como la que profirió Hillary Clinton recientemente: "Te puedo prometer, si gano, que voy a cuidar bien del huerto que hiciste, Michelle".
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Como secretaria de Estado, Hillary Clinton mantuvo una relación de cordialidad con Michelle Obama. Así se saludaron en 2009 en la ceremonia de premiación del 'International Women of Courage'. Sin embargo, mucho se habló de que la primera dama nunca hubiera invitado a cenar a Hillary Clinton a la Casa Blanca.
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