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Los dos bailes presidenciales en los que Michelle Obama nos dejó boquiabiertos
En 2008 apenas la conocíamos cuando bailó con un vestido blanco de Jason Wu que ya es un ícono. En 2013 repitió con Jason Wu, esta vez rojo.
Era 2008. Los Obama ofrecían su primer baile como Presidente y Primera Dama y el mundo miraba. El vestido de Jason Wu blanco con pedrería y apliques de gasa fue solo un anticipo de lo que estaba por venir: vestidos statement, hombros al aire, looks modernos y diseñadores estadounidenses jóvenes.
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El baile fue pura emoción, igual que la recta final de la campaña de Obama. Fue la más moderna de un presidente de Estados Unidos, con aquel ¨Yes, we can¨ que revolucionó el marketing político.
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La complicidad y felicidad de los Obama sorprendió al mundo.
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El escote asimétrico luciendo hombro es un clásico de Michelle. Hombros, brazos y clavícula son zonas que la Primera Dama gusta resaltar.
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Los apliques de cristal, de gasa y pluma del vestido de Jason Wu se ven aquí al detalle. Wu anunciaba ya, acaparando páginas en la prensa especializada, el diseño norteamericano del momento, que bebía de otros orígenes. Aquellos días asomaban ya a Wu, de origen taiwanés, Phillip Lim o Alexander Wang, de familia china.
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Los Obama demostraron que saben bailar y que lo hacen a menudo. El paso de baile también nos regaló esta imagen de la espalda de Michelle, que fue icónica.
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Otra imagen emblemática de aquellos comienzos: los Obama abandonan el salón, Michelle recoge la cola de su vestido. Se acabó el baile.
Getty ImagesEl baile inaugural en 2013, el de la segunda legislatura repitió algún patrón: el baile romántico, el ajuste perfecto en los pasos de baile y el vestido de Jason Wu, esta vez rojo, que volvió loco al mundo.
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El vestido rojo estaba realizdo en chifón con detalles de terciopelo devoré. El cuello cruzado y espalda en pico dejaron otra vez imágenes muy comentadas.
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Los brazos de Michelle. Repetimos: los brazos de Michelle. Punto.
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Obama a los pies de Michelle.
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