Once de las 12 personas que fallecieron cuando un empleado de la ciudad disparó contra ellos en un edificio municipal también trabajaban para el Ayuntamiento. Uno tenía más de 40 años como empleado público, otro solamente 11 meses. La mayoría llevaba años trabajando con la ciudad. "Dejan un vacío que no podremos llenar", aseveró el administrador de la ciudad, Dave Hansen.