Miles de pájaros migrantes están 'cayendo del cielo' y mueren de forma masiva en estados del suroeste de EEUU

Miles de aves migratorias que se dirigían al sur para el invierno han muerto de manera inexplicable en estados del suroeste de EEUU, en lo que los ornitólogos han descrito como una tragedia nacional que probablemente esté relacionada con la crisis climática.

Las especies que "caen del cielo" son los papamoscas, golondrinas y currucas que han sido hallados muertos de forma masiva en Nuevo México, Colorado, Texas, Arizona y más al norte en Nebraska, con una creciente preocupación de que ya podría haber cientos de miles de muertos.

Martha Desmond, profesora del departamento de biología de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU) dijo a The Guardian que muchos cadáveres de pájaros tienen pocas reservas de grasa o masa muscular restantes, y algunos parecen haberse hundido en el suelo al caer de pico, en pleno vuelo.

“Recogí más de una docena en un tramo de dos millas frente a mi casa”, dijo Desmond. “Ver esto y estar recogiendo estos cadáveres y darse cuenta de lo extendido que está, es personalmente devastador. Ver morir a tantos pájaros de diferentes especies es una tragedia nacional".

Desde los paisajes de tundra en Alaska y Canadá, las aves migrantes de larga distancia que vuelan hacia el sur pasan sobre el suroeste de EEUU para llegar a zonas invernales en América Central y Sudamérica. Durante esta migración, es crucial que aterricen cada pocos días para reposar antes de continuar su viaje.

Los incendios forestales históricos en los estados de la Costa Oeste del país: California, Oregón y Washington, en combinación con el frío local que se experimentó la semana pasada en Nuevo México podrían haber alterado los patrones de migración de muchas aves migrantes que tuvieron que desviarse muy lejos de las áreas costeras, ricas en recursos naturales y trasladarse tierra adentro sobre el desierto de Chihuahua, donde la comida y el agua son escasos, lo que esencialmente significa que murieron de hambre.

"Acabo de grabar esto en Velarde, N.M. Nunca había visto algo así...", dijo en un tuit Allison Salas, una experta en ciencias de la vida silvestre.

Las aves volaron hasta que ya no pudieron más

"Son, literalmente, solo plumas y huesos", escribió Allison Salas, una estudiante de posgrado en NMSU que ha estado recolectando cadáveres, en un hilo de Twitter sobre la muerte. "Casi como si hubieran estado volando hasta que ya no pudieron volar".

Los estados del suroeste de EEUU han experimentado condiciones extremadamente secas, que se cree que están relacionadas con la crisis climática, lo que significa que podría haber menos insectos, la principal fuente de alimento para las aves migratorias. Una ola de frío local entre el 9 y el 10 de septiembre también podría haber empeorado las condiciones para las aves.

Cualquiera de estos eventos climáticos pudo haber provocado que las aves comenzaran su migración más temprano, sin haber acumulado suficientes reservas de grasa. Otra teoría es que el humo de los incendios forestales puede haber dañado sus pulmones.

“Podría ser una combinación de cosas. Podría ser algo que todavía desconocemos por completo ”, dijo Allison Salas.

"El hecho de que encontremos cientos de estas aves muriendo, simplemente cayendo del cielo es extremadamente alarmante ... El volumen de cadáveres que hemos encontrado literalmente me ha dado escalofríos".

Paul Scott, director ejecutivo de la organizacion medioambientalista One Atmosphere, dijo a Univision Noticias que "esta tragedia es un triste recordatorio de que todas las criaturas vivientes están vinculadas en un ecosistema complejo".

"Cuando desestabilizamos la atmósfera de la tierra a través del cambio climático, algunos de los daños son fácilmente predecibles, como el aumento del nivel del mar y los cambios en los patrones de precipitación", añadió. ¨"Pero muchas de las trágicas consecuencias, como vemos aquí con la muerte de las aves, serán múltiples pasos en el futuro, imposibles de predecir y cada vez serán más graves".

"Tenemos una sola atmósfera", dijo. "Para salvar nuestro planeta, es fundamental que todos los pueblos del mundo trabajen juntos porque ninguna nación puede resolver estos problemas por sí sola; la naturaleza no se preocupa por las fronteras nacionales".

Las primeras muertes se informaron el 20 de agosto en White Sands Missile Range en Nuevo México. Inicialmente, se pensó que los incidentes no estaban relacionados, pero gracias a los foros en línea, los ornitólogos notaron que estaban sucediendo en toda la región. Las especies de aves residentes, como los zarcillos de pico curvo, los zarcillos de cola grande y las palomas de alas blancas, no parecen haberse visto afectadas.

Los informes sugieren que algunas aves han mostrado un comportamiento inusual antes de morir, volviéndose letárgicas, accesibles al ser humano y congregándose en grupos.

"Se ha visto a especies que normalmente descansan en árboles y arbustos saltando por el suelo en busca de insectos", dijo Desmond.

Las grandes mortalidades de aves durante la migración son raras y pocas han sido tan grandes como esta. Los registros, que se remontan al siglo XIX, muestran que estos eventos siempre están asociados con eventos climáticos extremos, como un descenso de la temperatura, una tormenta de nieve o una granizada. El evento más grande registrado en la región fue una tormenta de nieve en Minnesota e Iowa en marzo de 1904 que mató a 1.5 millones de aves.

La crisis climática también está cambiando el paisaje de la tundra donde se reproducen muchas de estas aves, mientras que la destrucción de las selvas tropicales en América Central y América del Sur está dañando sus hábitats invernales. Desde 1970, se han perdido tres mil millones de aves en EEUU y Canadá.

"Las muertes masivas como esta pueden tener un efecto en las poblaciones de especies tanto comunes como sensibles o en peligro de extinción", dijo Salas.