Dos adolescentes "inseparables" fueron asesinados; el pasado del sospechoso del crimen es perturbador

A mediados de esta semana, la policía recibió una llamada en la que la propietaria de una casa reportaba haber encontrado un cadáver en su garaje. Eran alrededor de las 11:15 pm. Al llegar, los oficiales de la ciudad de Bend, en Oregón, hallaron dos cuerpos y llamaron a los detectives.

Se trataba de Angela Pastorino y Alfredo Hernández, una pareja de adolescentes, ambos de 18 años quienes, de acuerdo con allegados, eran "inseparables". Ya habían sido reportados como desaparecidos por la madre de Pastorino, quien más temprano había pedido ayuda a través de Facebook.

"Nunca llegaron. El teléfono de ella fue hallado en un matorral y su perro estaba en la vía dando vueltas. Por favor, pónganse en contacto conmigo o la policía de Bend si los ven", escribió la madre.

La investigación preliminar apunta a que los jóvenes fueron asesinados el martes. De acuerdo con la policía, Pastorino, Hernández y Wesley Abel Brady, de 41 años, estaban haciendo unos trabajos en la propiedad ubicada en Mount Faith Place, en Bend. Luego, en la tarde, el grupo empezó a beber alcohol y Hernández y Brady tuvieron un altercado.

"Brady asesinó a ambos, Pastorino y Hernández", señalaron las autoridades. "Luego colocó sus cuerpos en el garaje de la casa antes de eventualmente viajar a una propiedad en Christmas Valley".

Sin embargo, mientras la policía examinaba la escena del crimen, Brady retornó al área y fue detenido. Al ser ingresado en la cárcel del condado le presentaron cargos de asesinato agravado, asesinato, sodomía, abuso sexual, abuso de un cadáver, manipulación de evidencia y estrangulamiento. La policía obtuvo órdenes de allanamiento para la vivienda en Mount Faith Place, donde la madre de Pastorino reportó escuchar de ella por última vez, dos vehículos y la propiedad en Christmas Valley.

La vocera de la policía de Bend, Sheila Miller, le dijo al canal 21 local KTVZ que se trata de un "crimen complejo".

Un pasado turbulento

Esta no es la primera vez que Brady está bajo la mira de la policía. El medio local The Bulletin da detalles de una vida turbulenta. En noviembre de 2018, Brady fue acusado de prender varios fuegos dentro de una propiedad histórica. En ese incidente, los agentes señalaron que los incendios eran como parte de un rito: encontraron "pentagramas garabateados en varios lugares y muñecas posando en posiciones sexuales violentas".

Como parte de la investigación, las autoridades fueron a una vivienda que Brady compartía con su padre: encontraron a un perro medio despellejado y conejos muertos. Su padre le dio más detalles de crueldad animal a The Bulletin, como que había estrangulado a cachorros. Brady fue puesto bajo libertad condicional por el caso de la vivienda histórica y se le exigió que recibiera un tratamiento para su salud mental y que no tuviera contacto con animales.

Otras señales de violencia y problemas mentales salieron a relucir durante el divorcio de Brady. De acuerdo con su esposa, decía ser un profeta, escuchar voces y quería cargar muestras de la sangre de sus hijos en un vial, señaló The Bulletin.

Adolescentes "queridos"

La madre de Pastorino, Jennifer Grigg, le aseguró a medios locales que estaba tratando de prepararse para lo que viene. Su hija había estado saliendo con Hernández desde hacía más o menos un año y hacía poco había obtenido su GED. Quería ser enfermera.

Una página en internet que busca recolectar fondos para las familias asegura que la joven "quería a la gente casi tanto como quería a los animales". Hernández es descrito como un joven dulce dispuesto a ayudar a quien lo necesitase.

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