Durante un concierto en Phoenix, Arizona, Paulina Rubio mandó a detener la música y señaló a un guardia de haberla tocado inapropiadamente. Ante esto Jomari Goyso asegura que “hay que creerle” y que “desafortunadamente no es la primera celebridad que cuenta esto”. Por su parte, Astrid Rivera afirma que, si bien los acosos “hay que denunciarlos y hablarlos”, cabe la posibilidad de que el acusado la haya tocado sin malas intenciones en medio de su labor de protegerla de la multitud.
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