María del Pilar Burbano acaba de cumplir 35 años de los cuales ha pasado los últimos dos buscando quedar embarazada. La mujer de origen venezolano vive desde hace más de una década en Dallas, Texas, lugar donde conoció a su esposo Luis Miguel Cardona, con quien lleva casada casi 7 años.
¿Tener o no tener hijos? El drama ante la incertidumbre causada por el coronavirus
La pandemia y sus efectos colaterales generan que existan dudas sobre futuros embarazos. Mujeres y parejas están postergando muchas decisiones en medio de una crisis de salud pública que no se había visto en toda una generación.

Pero ahora y debido a la pandemia del coronavirus, los planes de tener familia para esta pareja parecen haber quedado suspendidos, al menos provisionalmente.
“ No sé si es el tiempo indicado para quedar embarazada. Me da mucho miedo que pueda contagiarme en las visitas al hospital o en mis eventuales chequeos médicos”, argumenta Burbano, señalando que la pandemia les ha hecho repensar si en realidad quieren traer un bebé al mundo.
“Es frustrante encontrarse en esta situación, porque siempre hemos soñado con tener hijos y ahora esos sueños han quedado truncados y no sabemos hasta cuándo", dijo ella.
Según la pareja, tener un hijo es uno de sus anhelos principales, pero en medio de la crisis de salubridad han contemplado otras opciones, como la adopción, o incluso ser padres de crianza temporal con opción de adoptar.
"Lo que sucede es que adoptar es un proceso muy costoso y ser padres de crianza temporal puede conllevar que en cualquier momento el niño que cuidas sea regresado a su familia de origen, algo que estoy seguro nos partiría el corazón", dijo Cardona, indicando que ninguna de estas posibilidades está descartada para ellos.
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Y es que como Burbano, pueden ser miles las mujeres que se encuentran en la disyuntiva sobre adentrarse en su maternidad en medio de la pandemia, una decisión que muchas consideran riesgosa.
" Yo no quiero tener mi bebé sola en un hospital", señaló Matilda Phillis, una enfermera de Charlotte, en Carolina del Norte, que sabe bien que ahora las regulaciones de salubridad no permiten que en muchas salas de partos puedan estar acompañadas por su parejas.
Phillis indicó que su trabajo como enfermera también la pondría en riesgo de contagio. Y es que a pesar de que no hay evidencia de que el covid-19 pueda transmitirse de la madre al bebé que lleva en su vientre, ella prefiere no correr el riesgo.
"Todos los días vemos información diferente con respecto al virus, porque aún nadie lo conoce totalmente. La cepa ha mutado ya varias veces y no podemos asegurar que deje de hacerlo. Yo prefiero esperar un tiempo para quedar en embarazo y no apresurarme y quizás tener una malformación del feto por una nueva mutación", dijo Phillis.
Las recomendaciones de expertos
De acuerdo a recomendaciones de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), se debe por ahora suspender el inicio de nuevos ciclos de tratamiento, incluida la inducción de la ovulación, inseminaciones intrauterinas (IUI), fertilización in vitro (FIV) que incluye recuperaciones y transferencias de embriones congelados, así como la criopreservación de gametos no urgente.
LA ARSM indicó que se debe considerar seriamente la cancelación de todas las transferencias de embriones, ya sean frescas o congeladas, además indicó que se debe seguir atendiendo a los pacientes que requieran estimulación y criopreservación urgentes.
"Esto no va a ser fácil para los pacientes con infertilidad y que requieran prácticas de atención reproductiva. Sabemos los sacrificios que los pacientes tienen que hacer para llevar a cabo sus tratamientos, pero con la información que tenemos y teniendo en cuenta que hay datos que aún no conocemos sobre el virus, suspender la atención no urgente de fertilidad es realmente el curso de acción más prudente en este momento ", dijo en el comunicado Ricardo Azziz, director ejecutivo de ARSM.
La organización invitó a las clínicas de fecundación a que hagan lo que los demás proveedores médicos han implementado: suspender cirugías opcionales y procedimientos de diagnóstico no urgentes; minimizar la interacción entre personas; y aumentar el uso de las asesorías de salud a distancia o telesalud.
Sin embargo, las pautas indican que las pacientes que se encuentren “en ciclo” en estos momentos, o que requieren estimulación ovular urgente (por ejemplo, porque están a punto de recibir quimioterapia o radiación para cáncer, la cual podría dejarlas infértiles), pueden continuar con sus tratamientos de fertilidad.
“También entendemos la aspiración que tienen nuestras pacientes para lograr embarazarse dentro de un cierto límite de tiempo”, declaró la ASRM, “por lo que evaluaremos estas recomendaciones en forma regular, con la esperanza de reiniciar la atención completa de la fertilidad en cuanto sea posible”.
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La edad es un factor fundamental
Laura Cibinitti también lleva algún tiempo queriendo quedar embarazada, pero su situación es diferente, ya que a sus casi 44 años, las opciones comienzan a limitarse.
"Yo he comenzado mi tratamiento de inseminaciones intrauterinas hace una semana, sabiendo que las posibilidades de quedar en embarazo son mínimas, de acuerdo a mis doctores", indicó Cibinitti, argumentando que congelar óvulos no es una opción para ella, ya que a su edad estos ya están viejos.
La mujer señaló que por ahora terminará este tratamiento y en caso de no funcionar, estará dispuesta a la posibilidad de una fertilización in vitro, un proceso mucho más costoso, pero que tampoco le garantiza que pueda quedar en embarazo.
"Yo perdí una bebé de 7 semanas el año pasado y fue muy doloroso. Ahora tengo esperanza de que este tratamiento pueda dar resultado", dijo la mujer, indicando que la pandemia no ha sido un impedimento para intentar ser madre.
"Pienso que siempre hemos vivido en un mundo complicado, pero también hay en él cosas maravillosas que quisiera compartir con mi hijo (a). Mi recomendación para las mujeres que no saben si quieren tener hijos y que están más jóvenes, es que congelen sus óvulos, pues de esa forma al llegar a mi edad y decidir por la maternidad, ya pueden lograr quedar en embarazo más fácilmente", finalizó, aduciendo que ya está experimentando los efectos secundarios del tratamiento, como calores corporales y sed constante.
De acuerdo a la ginecóloga Gabriela Morales, cada caso es diferente y la decisión de traer un bebé al mundo puede tener consecuencias distintas para cada madre.
"Estamos viviendo un momento de incertidumbre por la pandemia del covid-19, un virus que es muy nuevo para que sepamos a ciencia cierta todas las consecuencias que puede causar. Si una mujer puede esperar para quedar en embarazo, pienso que debería hacerlo, pero hay otras que están en procesos de fertilización por sus edades avanzadas, son ellas las que deben obrar de manera más cuidadosa para evitar tener complicaciones", argumentó.
Según la doctora Morales, aquellas mujeres que no sobrepasan los 40 años de edad, pueden congelar sus óvulos y esperar a que la pandemia se declare terminada, o también se pueden congelar los embriones fecundados y una vez se quiera comenzar el tratamiento de embarazo, se pueden inyectar en el útero propio o buscar un vientre de alquiler.
"Cuando se congela y descongelan los óvulos o los embriones fecundados se puede perder calidad del mismo, pero la carga genética siempre continúa igual", dijo la especialista.
Precisamente congelar los óvulos es lo que está pensando Nina Veselovska, una economista de origen eslovaco, que por su ocupación no tiene tiempo en la actualidad de quedar en embarazo, pero que no descarta la idea en un futuro próximo.
Para Veselovska, la pandemia es un factor que la hace pensar dos veces sobre su anhelo de maternidad, aduciendo que prefiere esperar un par de años antes de ser mamá por primera vez.
"Me da miedo que mi futuro bebé pueda verse contagiado de alguna forma, especialmente ahora que el síndrome de Kawasaki y otro similar están afectando a menores de edad y aún no se conoce mucho sobre cómo combatirlos", dijo.
Para ella, el mundo actual está muy convulsionado y no es el lugar ideal donde quisiera ver a sus hijos crecer, aún así dice que el instinto de maternidad la ha hecho pensar en lo maravilloso que sería tener un hijo propio, pero que a veces ese instinto no puede ser más fuerte que la responsabilidad por el futuro de las nuevas generaciones.
"Prefiero congelar mis óvulos ahora y esperar un poco a que pase la pandemia. Nadie sabe cuánto tiempo va a durar y que consecuencias siga trayendo para todos. A veces pienso que es mejor adoptar a un niño que ya está aquí y que se encuentra desamparado que traer otra criatura al mundo", finalizó
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