null: nullpx
Logo image
Benedicto XVI

Un funeral “discreto” pero con algo de pompa papal: los curiosos ritos y detalles de la despedida a Benedicto XVI

El Vaticano respetó el deseo de que los servicios fúnebres de Benedicto XVI sean, al menos en parte, una ceremonia “simple”, pero inevitablemente incluyó ritos reservados a los máximos pontífices de la Iglesia católica.
Publicado 4 Ene 2023 – 09:47 PM EST | Actualizado 5 Ene 2023 – 05:23 AM EST
Comparte
Cargando Video...

Aunque el papa Benedicto XVI llegó a ocupar uno de los cargos de más alto perfil y exposición pública, en sus últimos años expresó el deseo de estar “escondido del mundo”.

Si bien su cuerpo embalsamado estuvo expuesto durante tres días en esta semana, el Vaticano accedió a que su funeral este jueves respetara, al menos en parte, sus deseos de que fuera una ceremonia “discreta” y “simple”, pese a la inevitable pompa reservada para un líder de la Iglesia católica.

Algunos ritos se llevaron a cabo fuera de la vista del público. Y hubo otras formas de ceremonia cargada de tradición en la plaza de San Pedro ante decenas de miles de personas, incluidos líderes nacionales y representantes de las familias reales de varios países.

Benedicto murió a los 95 años el 31 de diciembre en el monasterio en los terrenos del Vaticano donde había pasado casi toda sus años de retiro, dedicando sus días principalmente a la oración y la reflexión.

Este jueves, en la despida del pontífice 265, fue una mezcla de rituales, algunos antiguos y otros modificados para los tiempos modernos.

Estos son algunos de los detalles de la despedida formal del Vaticano.

¿Qué ataúdes serán utilizados?

El miércoles por la noche, después de que los últimos visitantes abandonaran la basílica de San Pedro, donde se había exhibido el cuerpo de Benedicto XVI, se colocó en un ataúd tallado en ciprés en un momento estrictamente privado.

Antes de cerrar el ataúd, se colocaron en el interior objetos identificados con el papado de casi ocho años de Benedicto XVI. Entre ellos, medallones y monedas del Vaticano con su imagen, acuñadas durante su papado y que circularon en las dominaciones del euro.

Un relato escrito de una página de su papado, conocido en italiano como rogito, una palabra que indica un acto oficial, se enrolló y deslizó dentro de un tubo cilíndrico, para introducirlo también en el ataúd.

También fueron inhumados con Benedicto una fina estola, confeccionada con lana de cordero por monjas en un claustro romano, un poderoso símbolo de los papas, quienes también son el obispo de Roma y, como tales, pastores del rebaño de fieles católicos.

Benedicto tenía una imagen de una estola integrada en su emblema papal. La estola también se otorga a cardenales y arzobispos. Benedicto, en su carrera, se desempeñó como arzobispo de Múnich en su Alemania natal y fue elevado al rango de cardenal por el papa Pablo VI en 1977.

Al concluir el funeral, el ataúd de Benedicto XVI fue regresado a la basílica y se bajó a las grutas debajo del piso principal. Allí, cerca de la cripta subterránea que eligió como última morada, se colocó el ataúd de ciprés dentro de uno de zinc. Ese féretro, a su vez, fue colocado dentro de un tercero, de madera de roble.

¿Cómo será el funeral de Benedicto XVI?

El ataúd volvió a estar a la vista del público hasta cerca de las 8:45 a. m., hora local de Roma, cuando fue sacado de la basílica en procesión.

Los fieles de la Plaza de San Pedro, al menos 60,000, fueron invitados a rezar el rosario en voz alta.

El papa Francisco fue el encargado de presidir el funeral, tomando su lugar frente a un altar con dosel. Además, pronunció la homilía y las invocaciones.

Pero la misa corrió a cargo del cardenal italiano Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.

Francisco dirgió también los ritos finales, que implican recitar una despedida formal conocida en latín como Ultima Commendatio et Valedictio ('Última encomendación y despedida', en español) y rociar los restos con agua bendita e incienso.

La mayor parte de la liturgia en la misa reflejó la de los funerales de los pontífices reinantes, con una excepción notable: los funerales anteriores, incluido el de Juan Pablo en 2005, incluyeron suppliche (súplicas) especiales o imploraciones orantes, con una larga letanía de los nombres de los santos, reflejando el papel de un pontífice como obispo de Roma y también jefe de la Iglesias de rito oriental.

¿Dónde reposarán los restos del papa emérito?

Los restos de Benedicto fueron colocados en una cripta donde había descansado la tumba de Juan Pablo II, su predecesor.

Los restos de Juan Pablo II fueron trasladados a las grutas de la basílica principal para su beatificación en 2011, ocurrida durante el papado de Benedicto.

El papa Francisco declaró santo al pontífice polaco en 2014.

¿Por qué será un funeral distinto al de otros Papas?

La despedida de Benedicto XVI fue más parecida a la de “un obispo retirado” que a la de un máximo pontífice de la Iglesia católica, aun cuando su cuerpo vistiera los hábitos papales.

Al momento de su muerte, varios de los protocolos reservados para el obispo de Roma cambiaron.

No hubo un repique de campanas de la Basílica de San Pedro ni anuncio solemne en público por parte de un monseñor del Vaticano a los fieles reunidos en la plaza. Tampoco se destruyó el llamado Anillo de Pescador, emblema del papado, ni se movilizaron los cuerpos diplomáticos para enviar delegaciones oficiales a Roma.

La razón es la decisión que Benedicto XVI tomó hace casi 10 años, en febrero de 2013, cuando decidió dejar la silla papal en un sorpresivo anuncio que pronunció en latín en su momento.

¿Quiénes son los líderes internacionales que han confirmado su asistencia?

Al no ser un funeral de Estado, el Vaticano solo invitó a Italia y Alemania para enviar delegaciones oficiales, un claro contraste al de su predecesor, Juan Pablo II, al cual asistieron presidentes, primeros ministros y reyes de más de un centenar de países.

La delegación italiana fue encabezada por el presidente, Sergio Mattarella, quien estuvo acompañado por gran parte del gobierno derechista, liderado por la primera ministra, Giorgia Meloni, así como su predecesor en el cargo y expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

Los alemanes, país natal de Joseph Ratzinger, llegaron con su presidente, Frank-Walter Steinmeier, al frente y acompañado por el canciller Olaf Scholz.

La Santa Sede comunicó a las representaciones diplomáticas en Ciudad del Vaticano que podrían asistir líderes de otros países, pero solamente de forma “privada”.

Entre los dignataruos extranjeros que acudieron 'a título personal' estuvieron los reyes Felipe y Matilde de Bélgica, la reina emérita de España, Sofía, o el canciller colombiano, Álvaro Leyva Durán.

También estuvieron entre otros, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, y el lituano Gitanas Nauseda. Así como el presidente del Polonia, Andrzej Duda; la de Eslovenia, Natasa Pirc Musar; el de Togo, Faure Essozinma Gnassingbe, o la de Hungría, Katalin Novak, cuyo primer ministro, Viktor Orban, pasó el martes por la capilla ardiente.

Loading
Cargando galería
Comparte

Más contenido de tu interés