Los análisis del triunfo de Donald Trump en las elecciones del 8 de noviembre dan una gran responsabilidad a la desproporcionada cobertura en medios que logró el magnate.
Trump devuelve el favor recibido y ayuda a los canales de cable a lograr su mejor año
La tensa relación entre el presidente electo y los medios parece haber rendido frutos para ambas partes. Todos lograron lo que estaban buscando.


Si es cierto que Trump se benefició de esa atención, entonces el empresario habría devuelto el favor a las televisoras de cable que lo siguieron a lo largo de la campaña ayudándole a los tres principales canales de noticias por cable a romper records de audiencia en 2016, de acuerdo con las cifras de Nielsen Media Research.
La mayor beneficiada fue Fox News, que se colocó como el canal de cable más visto y superó a todos sus competidores.
Audiencia récord:
Fox 2.4 millones
CNN 1.3 millones
Para Fox News, los resultados significaron convertirse en la quinta cadena de televisión del país, detrás de las tres grandes redes (ABC, NBC, CBS) y de la cadena principal de Fox.
CNN se colocó como la octava televisora en audiencia, logrando sus mayores niveles desde 1995.
También MSNBC pese a haber finalizado detrás de Fox y CNN, registro un crecimiento significativo y al igual que sus rivales experimentó su mejor año.
Efecto Trump
Varios análisis coinciden en que el interés de los televidentes no se debió solo a la dinámica electoral, que suele motivar a los ciudadanos a buscar más información, sino particularmente a la presencia de Trump dentro de los aspirantes a la presidencia.
Desde el primer momento que el magnate y personalidad de Tv presentó su candidatura dentro del Partido Republicano -lo que inicialmente muchos vieron con desdén por tratarse de una persona sin preparación política ni respaldo en la maquinaria partidista- se convirtió en un fenómeno mediático.
Por su estilo sorpresivo, los eventos de campaña de Trump a menudo eran trasmitidos íntegros, algo que motivo posteriormente algunos mea culpa de directivos de medios, quienes reconocieron que dieron así un impulso a la opción republican que quizá no habría tenido en condiciones normales.
Pese a ese tratamiento, Trump siempre se ha quejado de la manera como la prensa lo trata, incluso criticando el que las cámaras no presentaran mejores panorámicas de sus multitudinarias concentraciones políticas.
Incluso, alguna vez llegó a sugerir que los canales que organizaban los debates de la campaña debían pagarle por los niveles de audiencia que les estaba generando.






