Mientras Trump adopta medidas proteccionistas, China desentierra la 'Ruta de la Seda'
Mientras en EEUU los 'antiglobalizadores' llegaron al gobierno para imponer una visión más preocupada por lo que pasa fronteras adentro, en China se lanzó una iniciativa de nombre centenario que podría aumentar la importancia del país asiático como motor de la economía mundial en la décadas por venir.
Se trata de la 'Ruta de la Seda', un plan con el que China busca impulsar sus ambiciones de liderazgo global, en este caso a través del comercio entre Asia y Europa.
El presidente chino, Xi Jinping, acogió este domingo una cumbre sobre su plan comercial que aboga por el libre comercio, cuyo nombre recuerda el sistema de intercambio comercial que estableció China por siglos. En la cita, a la que acudieron líderes del todo el mundo, el gobernate prometió inyectarle a la iniciativa 124,000 millones de dólares.
"Debemos construir una plataforma abierta de cooperación y alentar y hacer crecer una economía mundial abierta", dijo Xi al inaugurar el encuentro. A continuación explicamos en qué consiste y el contexto en el que se da la iniciativa china.
El lanzamiento del plan se da precisamente cuando en Estados Unidos el mandatario Donald Trump aboga por poner a 'América primero' y amenazó (aunque por el momento echó hacia atrás) con retirar a su país del tratado de libre comercio que comparte con Canadá y México.
¿Qué es la 'Ruta de la Seda'?
El nombre recuerda a la ruta que transitó en el siglo XI el mercader veneciano Marco Polo, con seguridad su usuario más famoso. Pero ahora constará de una red de infraestructura de miles de millones de dólares, desde trenes de alta velocidad y plantas generadoras de electricidad, hasta puertos y ductos. Como se mencionó anteriormente, solo China aseguró que le dará 124,000 millones de dólares.
Analistas estiman que el plan es casi 11 veces mayor al Plan Marshall con el que Estados Unidos ayudó a reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
Incluye, entre otros, el puerto de Gwadar en Pakistán que abrirá rutas comerciales a la región china de Xinjiang, un oleoducto desde China hasta Myanmar y el puerto griego de Piraeus que proveerá una vía marítima hasta Europa Central.
¿En qué contexto se da?
La cumbre fue realizada mientras las posturas del presidente Trump apuntan al proteccionismo y semanas después de que amenazó con sacar a Estados Unidos del acuerdo NAFTA, uno de los pactos comerciales más grandes del mundo firmado en 1994 durante el gobierno del presidente Bill Clinton.
El encuentro también se produjo en medio de las tensiones en la Península de Corea. Corea del Norte lanzó horas después de iniciado el encuentro un misil, lo que podría irritar a China, su principal aliado.
¿Qué dijo EEUU sobre la cumbre?
Matt Pottinger, asesor de la Casa Blanca, afirmó que Estados Unidos saluda los esfuerzos de China por promover una mayor conectividad en términos de infraestructura y que empresas estadounidenses podrían ofrecer servicios de la mayor calidad, según reportó Reuters.
Trump no acudió a la cita ni envió a su secretario de Estado, Rex Tillerson.
Algunas piedras para el plan
Algunos países, como India, han expresado su renuencia al plan. India no envió representación hasta China a modo de protesta debido a que Pekín busca desarrollar un corredor comercial que cruzará el territorio disputado de Cachemira.
"Ningún país puede aceptar un proyecto que ignora preocupaciones clave de soberanía e integridad territorial", dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores indio, Gopal Baglay.
Alemania, por su parte, dijo que su empresas estaban dispuestas a apoyar la 'Ruta de la Seda', pero consideró que se necesita una mayor transparencia.
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