Vladimir Putin elogió este jueves los “esfuerzos” de Donald Trump para poner fin a la guerra en Ucrania, pocas horas antes de que ambos presidentes se reúnan este viernes en Alaska para abordar el conflicto bélico que se alarga ya por más de tres años y medio.
Por qué Putin será el ganador de la cumbre con Trump en Alaska (independientemente de sus resultados)
Expertos coinciden en que, con el simple hecho de reunirse con el presidente de EEUU, la cumbre ayuda a Putin a derribar el aislamiento que inició Occidente hacia su país tras la invasión de Ucrania.
En lo que pareció un intento de cortejar a Trump con halagos previo al encuentro -es conocido que el estadounidense es sensible a esto- el mandatario ruso dijo que el republicano está haciendo "esfuerzos bastante enérgicos y sinceros para detener las hostilidades" y para "alcanzar acuerdos que sean de interés para todas las partes involucradas".
Trump, en cambio, fue algo más precavido sobre las expectativas y dijo que había un 25% de probabilidad de que la cumbre fracasara, pero también planteó la idea de que —si la reunión tiene éxito— podría invitar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a Alaska para una reunión posterior a tres bandas.
En una entrevista de radio con Fox News, Trump aseguró que estaría dispuesto a quedarse más tiempo en Alaska, dependiendo de lo que suceda con Putin.
Por su parte, Zelensky trata de asegurar que sus intereses sean tomados en cuenta en una reunión a la que no fue invitado.
Pero, al menos de momento, hay una cosa en la que los enemigos Ucrania y Rusia sí parecen coincidir: con independencia de cuál sea el resultado de la reunión de Alaska, Putin es quien ya se ha apuntado una gran victoria.
“Putin ganará. Porque lo que busca, discúlpenme, es fotos. Necesita una foto de la reunión con el presidente Trump”, dijo Zelensky este martes.
Para Rusia, “este es un gran avance, aunque no coincidan en muchas cosas”, dijo el politólogo ruso Sergei Mikheyev en la televisión estatal, cuyos informativos calificaron la visita de Putin a EEUU como “el total colapso de todo intento de aislar a Rusia”.
¿Por qué la cumbre en Alaska supone ya una victoria para Putin?
Expertos coinciden en que, con el simple hecho de reunirse con el presidente de EEUU, la cumbre ayuda a Putin a derribar el aislamiento que inició Occidente hacia su país tras la invasión de Ucrania.
El Kremlin pretende hacer ver los renovados contactos con Washington, una vez que Trump regresó a la Casa Blanca, como dos superpotencias buscando resolver varios problemas globales, siendo Ucrania solo uno de ellos.
Además, Putin ve una reunión con Trump como una oportunidad para consolidar las ganancias territoriales de Rusia, mantener a Ucrania fuera de la OTAN y evitar que albergue tropas occidentales para que Moscú pueda gradualmente volver a atraer al país a su órbita.
"Creo que esto es un error colosal. No necesita invitar a Putin a suelo estadounidense para escuchar lo que ya sabemos que quiere", le dijo a la agencia AP Ian Kelly, un diplomático retirado que sirvió como embajador estadounidense en Georgia durante las presidencias de Obama y la primera de Trump.
El exdiplomático ruso Boris Bondarev, quien renunció tras la invasión de Ucrania en 2022, dijo que Putin ha ofrecido tan poco que era difícil entender por qué Trump accedió a reunirse. "Es una mala idea que Trump organice esta reunión", le dijo a The Washington Post.
“Putin quiere presentárselo a Trump así: ‘Contigo, Donald, sabemos cómo se hacen las cosas, y toda esta gente de Europa y este tal Zelensky, este tipo desagradable, no deberían involucrarse (…). Nosotros sabemos lo que queremos, así que pongámonos de acuerdo’. Quizás Trump pueda sentirse halagado así”, agregó.
Washington niega que la cumbre en Alaska sea una “concesión” a Putin
La Casa Blanca, en cambio, ha desestimado cualquier sugerencia de que el hecho de que Trump aceptase reunirse con Putin sea una victoria para el líder ruso, pese a que fue iniciativa de este último y a que él impuso condiciones como la ausencia de Zelensky.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dijo este martes que reunirse con Putin "no era una concesión", sino una "reunión de tanteo".
El senador republicano de Carolina del Sur Lindsey Graham, quien desde hace años tiene una postura crítica hacia Rusia y es un aliado cercano de Trump, se mostró optimista sobre la reunión.
"Tengo toda la confianza del mundo en que el presidente va a reunirse con Putin desde una posición de fuerza, va a velar por Europa y las necesidades de Ucrania para terminar esta guerra con honor", escribió en sus redes sociales.
Lo que parece claro es que la cumbre le ha servido a Putin, al menos de momento, para salvar las amenazas de Trump, quien le concedió al ruso de plazo hasta el pasado viernes —sin resultado— para alcanzar un acuerdo de paz con Kiev y terminar las hostilidades.
"En lugar de recibir sanciones, Putin consiguió una cumbre", le dijo a The New York Times Ryhor Nizhnikau, experto en Rusia e investigador principal del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales. "Esta es una gran victoria para Putin, independientemente del resultado de la cumbre".
Sea como fuere, la cumbre en EEUU refuerza el objetivo de Putin de posicionar Rusia como una de las escasas potencias mundiales con grandes esferas de influencia en la política internacional.
De hecho, el mandatario parece dar así un paso más hacia las claves que ya sentó en su histórico discurso en la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2007, en el que condenó los esfuerzos de EEUU por ser el único centro de poder y de toma de decisiones, a la vez que destacó la importancia de un mundo multipolar en el que otras voces —como, lógicamente, la de Rusia— tuvieran un peso importante en la política mundial.
La importancia de que la cumbre entre Trump y Putin sea en EEUU
Alaska, el lugar elegido para la cumbre, no deja de ser visto como otro logro de Putin.
No solo porque, pese a ser parte de EEUU, obligará a Trump a tomar un vuelo de casi ocho horas, sino porque Alaska fue territorio ruso hasta hace 150 años y aún sigue siendo reclamada por nacionalistas rusos, quienes no dejan de ver como un gran símbolo de triunfo el que Putin viaje allí para ser recibido por el presidente estadounidense.
Un exfuncionario del Kremlin, que habló con The Washington Post bajo condición de anonimato, calificó la cumbre de Alaska como "una oportunidad de oro" para Putin. "Y, por supuesto, una visita a EEUU es una gran victoria"., añadió.
De hecho, el viaje a Alaska será la primera visita del mandatario ruso a un país occidental desde que Moscú inició su invasión a gran escala de Ucrania y Occidente tratara de convertir a Rusia en un paria.
También es el primero que Putin realiza a EEUU desde 2015, cuando asistió a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
En este tiempo, el Kremlin ha contrarrestado los intentos occidentales de aislarlo fortaleciendo sus lazos con aliados exsoviéticos y otros países en desarrollo.
Los viajes de Putin también se han visto limitados por la orden de la Corte Penal Internacional para su arresto emitida en 2023, tras la que evitó visitar lugares que reconocen la autoridad de la corte.
EEUU no es miembro de la corte y, por lo tanto, no está obligado a arrestarlo.
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