El cambio climático o calentamiento global es un término con el que todos estamos familiarizados. El calentamiento de la atmósfera de la Tierra debido al consumo de combustibles fósiles producto de las actividades humanas fue predicho en el siglo XIX. Se puede ver en el incremento de la temperatura global desde la revolución industrial en adelante, y ha sido un problema central en la política por décadas.
¿Puede el ‘cli-fi’ (clima-ficción) de Hollywood mostrar mejor el cambio climático? La perspectiva de una climatóloga
Las propuestas apocalípticas de la industria del cine pueden servir de molde narrrativo para la ciencia y hacer que las personas se preocupen por el cambio climático de una manera que no parecen poder hacer los científicos con todos sus datos y explicaciones.

Climatólogos que a veces fungen de comunicadores tienden a bombardear a sus audiencias con hechos y cifras – para convencerlos de lo rápido que se está calentando nuestro planeta – y evidencia científica que demuestra por qué hemos de culparnos. Un ejemplo clásico es el documental 'Una verdad incómoda' de Al Gore y su secuela que está cargada de gráficos y estadísticas. Sin embargo, se está volviendo más claro que estos métodos no funcionan tan bien como quisiéramos. De hecho, la mayoría de las veces, estamos predicando a los conversos, y podemos polarizar más a quienes aceptan la ciencia de quienes no.
Una forma potencial de acceder a audiencias que no se han alcanzado previamente es por medio del cli-fi o clima ficción. El género clima ficción explora cómo se vería el mundo durante el proceso o luego de lidiar con el cambio climático, y que no solo es causado por quemar combustibles fósiles.
Recientemente, participé en un foro con Screen Australia mirando cómo el cli-fi podría comunicar el problema del cambio climático de diferentes maneras. Soy una científica que estudia las olas de calor y me encantaría ver una historia de cli-fi mostrando lo que se vive con las olas de calor. Después del foro, Screen Australia hizo un llamado para propuestas para series de televisión y telefilmes en el género del cli-fi.
Necesitamos y debemos confiar en los hallazgos científicos para el diseño de políticas públicas y planfinicar cómo detener el cambio climático y adaptarnos a él. Pero los científicos que estudian el cambio climático no deberían esperar que todos estén tan preocupados como ellos cuando muestren un argumento del incremento de las temperaturas a nivel global.
El Cli-fi tiene el potencial de funcionar del modo opuesto, por medio de historias convincentes, imágenes y personajes dramáticos. Al hacer que las personas se preocupen y se conecten individualmente con el cambio climático, esto los puede motivar a buscar la evidencia científica por ellos mismos.
Mundos imaginados
El término “cli-fi” fue acuñado en el cambio de milenio, pero el género ha existido desde hace mucho tiempo atrás. Uno de los primeros ejemplos es El Secreto de Maston de Jules Verne donde la inclinación del eje de la Tierra es alterado por el empeño humano (del astronauta, no del tipo industrial), trayendo el fin al cambio de estaciones.
Más ejemplos modernos de cli-fi se inspiran en problemas contemporáneos de la vida real, imaginando los efectos del cambio climático causados por el humano. Algunas obras son tal vez más cercanas a la verdad que otras.

¿Podría acabar la circulación termohalina (la cual lleva el calor alrededor de los océanos) trayendo un repentino congelamiento global, como lo sugiere 'El día después de mañana'? Hay evidencia de que va a pasar, pero tal vez no tan rápido como lo imagina la película.
¿Es posible que las tasas de fertilidad sean afectadas por el cambio climático? La versión adaptada a la televisión de 'El cuento de la criada' de Margaret Atwood culpa a la contaminación y al cambio ambiental por la caída en picada a nivel mundial en la fertilidad, dando un trasfondo de cli-fi a la distópica serie. Aunque no hay evidencia científica para apoyar en estos momentos este escenario, ahora que acabo de ser madre, en lo personal me tocó un punto sensible. La idea de un mundo donde virtualmente cada pareja está imposibilitada de disfrutar de la paternidad, particularmente debido al cambio climático, es bastante angustiante.
El cli-fi también respalda la altamente aclamada serie de películas de Mad Max. En un futuro distópico cercano, las fuentes de combustible fósil se han agotado y los impactos sociales y ambientales son grandes. Australia se ha convertido en un desolado páramo y nuestra sociedad ha colapsado.
Aunque un escenario semejante es improbable que ocurra en las próximas dos décadas, no es completamente irreal. Estamos quemando combustibles fósiles mucho más rápido de lo que se forman, con algunas predicciones de que las fuentes accesibles se agotarán en el próximo siglo. Y algunos de nuestros ecosistemas famosos ya están muy enfermos por culpa del cambio climático.
También está Mundo Acuático. Otra distopía más, donde no quedó hielo en la Tierra y los niveles del mar se elevaron 7.5 km sobre los niveles actuales y las civilizaciones existen solo en pequeños asentamientos, donde los habitantes sueñan con la mítica “tierra firme”. Mientras la película sobreestima exactamente cuánta agua está encerrada en hielo (los niveles del mar solo pueden subir hasta 60-70 metros), muchas de las ciudades más importantes del mundo serían inundadas y ya no existirían. Y aunque tomara miles, no cientos de años para que tenga lugar un derretimiento completo, el aumento del nivel del mar ya está generando un problema para algunos asentamientos costeros y pequeñas islas) Además, se ha predicho que el hielo del Árctico se derretirá completamente antes del final de este siglo.
Por supuesto, la evidencia científica que respalda estas tramas está adornada, por decir lo menos, pero ciertamente vale la pena reflexionar sobre ellas si generan conversaciones entre a quienes la ciencia convencional no ha podido llegar.
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El poder de la ficción
En el largo plazo, el cli-fi podría incentivar al público a modificar su vida cotidiana (y tal vez incluso por quien voten) para reducir su propia huella de carbono.
Desde la experiencia personal, parte del público tiende a desentenderse del cambio climático por lo abrumador que puede percibirse el problema. Las temperaturas en el mundo están elevándose a una tasa no vista en millones de años, y actualmente no estamos haciendo lo suficiente para evitar el peligroso cambio climático. Comprensiblemente, la escala y el peso del cambio climático probablemente motivan a muchos a enterrar firmemente sus cabezas en la arena.
Para este público, el cli-fi también tiene un mensaje importante que entregar: el de la esperanza. No es, o nunca será, demasiado tarde para combatir el cambio climático causado por el ser humano.
Imagine un futuro donde la energía verde sea accesible para todos, donde los políticos del mundo trabajen incansablemente para reducir rápidamente las emisiones, o donde las nuevas tecnologías que se descubren, que eliminan de forma segura y permanente los gases de efecto invernadero de la atmosfera, sean dignas de cobertura en los medios. El cli-fi puede actuar como el lenguaje de la ciencia. Y en el tema de mitigar el cambio climático, hay muchas cosas que decir.
* Este artículo fue publicado originalmente en inglés en The Conversation. La autora es Sarah Perkins-Kirkpatricki , investigadora de la University of New South Wales en Australia.
























