Con inviernos cada vez más cortos y temperaturas más altas, los suizos ya se preparan para proteger sus amados glaciares durante el verano de una forma muy curiosa: cubriéndolos con enormes mantas de tela blancas.
Los suizos arropan sus glaciares con mantas de tela (y te sorprenderá el porqué)
Aunque parece una medida absurda, los glaciólogos han encontrado una manera relativamente barata para cuidarlos de su peor enemigo.

Aunque en principio suena a una idea absurda y descabellada, el dramático descenso en el nivel de hielo en la zona ha dado cada vez más oportunidad a las medidas menos tradicionales u ortodoxas como esta.
Y es que, aunque generalmente asociamos el envolver algo o alguien en una manta para mantenerlo caliente, en este caso, se trata de todo lo opuesto. Las mantas blancas con filtro ultravioleta aspiran a reflejar la luz antes de que esta golpee el hielo.
Según el glaciólogo del ministerio de ambiente suizo David Volken, esta medida puede ralentizar el declive de un glaciar, pero no lo detiene completamente.

"Durante los últimos ocho años, se han tenido que cubrir el hielo con estas mantas para reducir la fusión hasta en un 70%”, asegura.
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Pero la masa de hielo, que hace 11,500 años cubría una gran parte de Suiza continúa desintegrándose cada año y con él, el turismo y la economía relacionada.
Así las cosas, un grupo de suizos viajará durante las próximas semanas a través de las montañas hasta el glaciar Rhône, seis millas cuadradas de hielo que integran el glaciar más antiguo y esencial del país.
El glaciar, en la región del Ródano, se ha retirado a 4,600 pies (1,400 metros) desde 1856. Incluso cubierto con las mantas, en un día caluroso de verano, el glaciar pierde de 3 a 5 pulgadas (10 a 12 centímetros).
Todos están claros me que es una solución temporal. Se prevé que, con el alza de las temperaturas, para fines de siglo sólo permanecerá cerca del 10% del volumen actual de hielo.
Entre otras posibles medidas que se están evaluando destacan esparcir nieve artificial sobre el glaciar para reflejar la luz solar y construir una suerte de alféizar artificial en el fondo del océano para bloquear el derretimiento de los glaciares desde abajo, una idea que suena tan loca como era hace unos años la propuesta de ‘ponerle mantas a los glaciares para protegerlos del sol’.



















