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La alternativa alemana de biodiésel con la que no necesitas ponerle filtros especiales al motor de tu auto

Se trata de un biodiésel natural a base de canola que no necesita ningún porcentaje de petrodiésel y por tanto, no representa ningún daño a los vehículos de diésel normales. Es una alternativa aún cara, pero que abre nuevas vías de investigación y permitiría emitir menos gases de efecto invernadero
16 Jun 2017 – 02:04 PM EDT
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Como la mayoría, un vehículo de diésel con la indicación que no está habilitado para funcionar con biodiésel. Crédito: AAAS

Mucho se ha hablado del cambio climático y de la necesidad de incorporar tecnologías amigables al medio ambiente para reducir las emisiones de efecto invernadero, especialmente, las generadas por los vehículos de motor.

Con esto en mente, un grupo de científicos de la Universidad Técnica Kaiserslautern, en Alemania, desarrolló una tecnología que permite adicionar gas etileno -un gas incoloro e inflamable- al aceite de canola para transformarlo en un tipo de biodiésel capaz de funcionar en todos los vehículos diésel sin necesidad de alterar sus motores.

Recordemos que los motores normales de diésel no están diseñados para quemar combustibles hechos de fuentes vegetales, que hierven de manera diferente a los combustibles diesel tradicionales. Esos carros pueden funcionar con biodiésel, es verdad, pero para ello deben tener siempre una porción del diésel "normal" basado en petróleo y siempre le causan un poco de daño a la maquinaria del vehículo.

Randall Arias, ingeniero químico explica: "un vehículo de motor de diésel fue diseñado para eso, para usar diésel. Sus filtros, sus materiales, su estructura, es hecha para ese combustible. El biodiésel es diésel obtenido de grasas o aceites naturales y lo que pasa con eso es que, si bien mantiene la esencia del diésel, puede tener otros compuestos diferentes (digamos ésteres, un tipo de compuesto orgánico), que puede formar gomas en los filtros o corroer materiales del motor de diésel tradicional, precisamente porque el motor no fue diseñado para eso".

Y agrega: "A un carro de motor diésel el biodísel le va a funcionar, pero ¿cómo se hace para evitar el deterioro del motor o para minimizarlo? Lo que se hace es mezclarlo con diésel tradicional. De hecho, hay una nomenclatura que dice B10, B20; B50, B100 que significa que el diésel normal es mezclado con biodiesel. Mientras que B10 significa que es 10% biodiésel y 90%diésel, el B100 significa que es 100% biodiésel".

La nueva propuesta alemana es un biodiésel con un grado de pureza tal que no va a causar los problemas de filtros o corrosión asociados. Además, según el estudio, publicado en la revista Science Advances , este tipo de combustible se conocería como ultra-low sulfur diesel (ULSD) porque el producto que se genera tiene un contenido de azufre menor de 5 mg/kg por lo que cumple con las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) -que establece una concentración mínima de 15 mg/kg-.

Los beneficios

Según el líder de la investigación, Lukas Goossen esta propuesta tiene varios beneficios. Primero, que realmente disminuye la cantidad de emisiones a la atmósfera.

Segundo, que su implementación es más sencilla, lo que podría ayudar a hacerla más popular en miles de autos de motor diésel. En los Estados Unidos solo el 10% de los vehículos poseen este tipo de motor en comparación con Europa e India (40%).

Según Goossen, en las próximas décadas necesitamos aumentar drásticamente la sostenibilidad del automovilismo con la apuesta por vehículos menos contaminantes. “En las ciudades, los vehículos eléctricos pueden desempeñar pronto un papel importante, pero los motores de combustión jugarán un papel vital durante muchos años, especialmente para los viajes extensos. Como un ciudadano común, me gustaría tener un vehículo capaz de funcionar con combustible renovable. Sin embargo, no quisiéramos estar obligados a comprar un vehículo nuevo porque la proporción de componentes renovables en el combustible se incrementará siguiendo nuevas regulaciones”, dijo Gossen a Univision Planeta.

El ultra-low sulfur diesel (ULSD) aspira a ser una buena alternativa durante esa transición.

Los desafíos

El biodiésel aún está lejos de ser comercializado. Según reconocen los investigadores, la producción del primer lote de combustible cuesta alrededor de $1,125 por cuarto de tanque.

¿Cuáles son los próximos pasos? Desarrollar esta tecnología a escala industrial, es decir, fuera de un laboratorio, reconoce Goossen. Debe encontrarse alguna la forma de reducir el costo de producción.

El especialista asegura que es necesario desarrollar muchas más ideas como las que han logrado en su grupo de trabajo para encontrar verdaderas alternativas a los combustibles fósiles. “La mayoría de ellas no puede conducir a ninguna parte, pero algunos de ellas nos llevarán más lejos”, sugiere el líder de la investigación.

El otro desafío es el mismo que comparte con los demás biocombustibles y es que todo uso de suelo fértil -para producir canola o cualquier otro aceite o alcohol- compite con el suelo que debería estar produciendo alimentos para 7,500 millones de habitantes.

"Es importante que las personas entiendan que biodiésel no significa que sea un diésel ecológico. Dependiendo de la materia de la que lo pretende extraer, hasta se pueden requerir muchas hectáreas de bosque para su producción, lo que implica un gran cambio de uso de suelo y las consecuentes repercusiones de eso", concluyó el ingeniero Arias.

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