SAN SALVADOR, El Salvador.- Un juez salvadoreño confirmó la detención del locutor y presentador de televisión Alejandro Maximiliano González, conocido popularmente como El Gordo Max, y otras tres personas acusadas de ser clientes de una red que prostituía a menores de edad.
Detenido un presentador de TV salvadoreño por ser cliente de una red de prostitución de menores
Alejandro Maximiliano González, conocido popularmente como El Gordo Max, contrataba los servicios de un grupo de proxenetas que entregaba a sus víctimas en centros comerciales y gasolineras de San Salvador.


En el 2012, El Gordo Max contactó a Alison. Alison era una de las ocho personas que formaban parte de una red que explotaba sexualmente a niñas de entre 13 y 17 años de edad. Los proxenetas cobraban desde 30 hasta 100 dólares y entregaban a las víctimas en el parqueo de centros comerciales y gasolineras de San Salvador.
Tres niñas han declarado como testigos protegidos. En octubre del 2015, esos testimonios sirvieron para la condena de ocho personas por el delito de trata de personas. Aunque una testigo delató a El Gordo Max como uno de los clientes de los proxenetas, la Fiscalía salvadoreña mantuvo esa investigación archivada durante más de tres años.
El Gordo Max, presentador de la Teletón y de un programa llamado Domingo Para Todos, fue capturado el pasado 3 de enero por el delito de “remuneración por actos sexuales con menores de edad”. El mismo día y por el mismo delito fueron capturados Salvador García Arévalo, Luis Alonso Marroquín y el empresario Ernesto Regalado O´Sullivan. Este sábado, tras cuatro horas de audiencia, un juez confirmó la detención de los acusados.
Las víctimas
En noviembre de 2010, una mujer llamada Johana Marcela Vaquerano de Guevara le pidió a una niña de 14 años que vendiera su virginidad a un amigo. La niña se negó durante algunos días, pero luego de insultos y maltratos accedió. Un día, la mujer llevó a la niña a Pericentro, un centro comercial en Apopa, una ciudad ubicada 34 kilómetros al norte de San Salvador. Ahí llegó en una camioneta azul un hombre alto, piel blanca, que usaba anteojos, de unos cuarenta años de edad, que pagó cien dólares por abusar sexualmente de la menor.
Desde entonces, la niña se convirtió en una de las víctimas de una red que explotaba sexualmente a menores de edad. En su declaración ante las autoridades, las víctimas han relatado que cobraban entre 40 y 70 dólares, cantidad de la cual debían entregar una comisión de 20 o 30 dólares a los proxenetas porque ellos tenían los contactos con los clientes.
Uno de esos clientes era El Gordo Max. Una testigo declaró que en el 2012, los proxenetas la llevaron hasta una gasolinera. Ahí, en una camioneta de color rojo, estaba el conocido locutor y presentador de televisión: “Al fin me traes algo bueno”, dijo. La víctima recibió un pago de 70 dólares, de los cuales entregó 20 dólares al proxeneta.
Un año después, en julio de 2013, la Fiscalía inició una investigación contra la red de tratantes. Azorado por las investigaciones, El Gordo Max se presentó voluntariamente ante las autoridades y se ofreció como testigo.
“Él, en algún momento se acercó a la institución a ofrecerse como testigo, pero eso no ha sido judicializado ni tampoco tiene un nivel de relevancia en absoluto con la investigación. Nunca se le ha dado la calidad de testigo”, dijo el jefe de las unidades especializadas de la Fiscalía, Allan Hernández.
Las víctimas han contado que la red de tratantes conseguía un cliente de lunes a viernes y que los sábados las menores eran obligadas a atender hasta tres clientes. Cuatro de esos clientes están en prisión, y las autoridades no descartan que hayan más capturas. “La unidad especializada cuenta con cualquier cantidad de investigaciones en las que obviamente se vinculan red de tratantes y, por tanto, cantidad de clientes. Es probable que en algunas de ellas aparezcan otras personas”, dice Hernández.







