Faltan 91 días para las elecciones generales del 8 de noviembre y el proceso se ha tornado en un tormentoso reality show.
Da miedo pensar que un individuo ególatra, impulsivo y vengativo esté a un paso de la presidencia
“Da miedo ver un liderazgo republicano anteponiendo irresponsablemente el partidismo al patriotismo. Argumentando que apoyan a Trump porque Hillary Clinton sería ‘peor’”.


La semana pasada Trump rebasó los límites de la cordura y de la decencia.
Algunos ejemplos: redobló sus ataques contra los padres del Capitán Hamayun Khan, muerto en Irak en 2004, y afirmó que "no me arrepiento de nada"; luego un veterano le regaló su Corazón Púrpura, medalla que reciben los militares heridos o muertos en acción, y dijo que siempre quiso tener uno y que fue más sencillo obtenerlo de ese modo. Después se rehusó a apoyar la reelección de tres legisladores republicanos que lo habían criticado por su manejo del tema Khan: el presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, y los senadores John McCain y Kelly Ayotte, de Arizona y New Hampshire, respectivamente. El viernes Trump dio marcha atrás y los apoyó leyendo un documento en un evento en Wisconsin al que no asistieron ni Ryan, ni el gobernador republicano del estado, Scott Walker, ni el senador federal republicano del estado, Ron Johnson, ni el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, quien se crió en Wisconsin.
Trump, en entrevista con ABC, evidenció desconocer datos básicos para alguien que aspira a su puesto. Dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, no entraría en Ucrania aunque Moscú ocupó la Península de Crimea, en Ucrania, en 2014.
Y estuvo un par de días diciendo que había visto un video secreto del avión que transportó los 400 millones de dólares que Estados Unidos devolvió a Irán. Trump dijo que fue dinero de "rescate" para la liberación de cuatro prisioneros estadounidenses en enero de este año. El dinero pertenece a Irán. Lo pagó para la compra de armas en los años setenta, pero permaneció congelado en cuentas porque ambos países rompieron relaciones luego que Irán asaltó la Embajada estadounidense en Teherán en 1979 tomando rehenes.
Luego Trump acudió a su lugar favorito, Twitter, para aclarar que no había visto tal video.
Pero el problema es más profundo. Ver y escuchar a sus hipnotizados voceros da vergüenza ajena. Personas como Jeffrey Lord, exfuncionario de la administración de Ronald Reagan, quien comparó el pago de los 400 millones a Irán con el escándalo Irán-Contra durante el segundo mandato de Reagan, cuando sí de manera ilícita Estados Unidos vendió armas a Irán en su conflicto con Irak, y desvió el dinero para financiar a la contra nicaragüense.
O cuando Corey Lewandowski, exjefe de campaña de Trump y ahora comentarista de CNN, sugirió que quizá Obama no era ciudadano cuando estudió en Harvard. Obama, nacido en Hawaii, el estado número 50 de la Unión, quizá no era ciudadano. Pero, claro está, Trump fue uno de los impulsores de la estúpida idea de que Obama no nació en Estados Unidos.
Trump, dado a las teorías de la conspiración y a retorcer la verdad hasta aniquilarla, sigue actuando cual si estuviera en medio de las primarias apelando únicamente a su consolidada base, que sin importar las atrocidades que diga o haga, lo sigue apoyando; creen ciegamente todo lo que dice, incluyendo su más reciente advertencia de que el fraude electoral es rampante, casi allanando el terreno para, en caso de perder, argumentar que fue por fraude.
La semana pasada The New York Times publicó un perturbador video de los insultos raciales que profieren los seguidores de Trump en sus mitines contra Obama, contra musulmanes e inmigrantes. Se observa también su reacción violenta ante opositores de Trump y a la sola mención de Hillary Clinton.
Y da miedo. Da miedo pensar que un individuo con serios problemas de personalidad, ególatra, impulsivo y vengativo, esté a un paso de la presidencia y potencialmente en control de armas nucleares. Da miedo que apele a un sector tan recalcitrante de nuestra sociedad. Da miedo pensar que gane y envalentone todavía más a ese sector y que implemente las retorcidas políticas que ha prometido, por ejemplo, en materia migratoria. Da miedo lo que pueda pasar si Trump pierde. ¿Cómo reaccionarán sus seguidores? Da miedo ver un liderazgo republicano anteponiendo irresponsablemente el partidismo al patriotismo. Argumentando que apoyan a Trump porque Hillary Clinton sería "peor".
Michael Morell, exdirector interino y también exsubdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), escribió en The New York Times que Trump no solo no está cualificado para la presidencia, sino que "muy bien podría suponer una amenaza a nuestra seguridad nacional". Dijo además que Trump podría catalogarse como un "agente involuntario" de Rusia.
En 91 días los votantes tendrán la última palabra.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







