Los hombres nunca podremos comprender lo difícil que es ser mujer en un mundo en donde la misoginia es una constante amenaza para sus derechos civiles y para su calidad de vida. La misoginia, ese prejuicio venenoso que por desgracia aun persiste en nuestra sociedad, se presenta en diferentes formas viles. Estas formas incluyen ser objeto de avances sexuales indeseados en la calle o en el trabajo, no recibir el reconocimiento merecido en el trabajo, no recibir el sueldo que merecen, y en algunos casos, incluso ser victimas de abuso sexual y de la violencia.
Los hombres no glorificamos el asalto sexual hacia las mujeres
“Hagan lo correcto y denuncien la misoginia, los ataques y las injusticias que sufren millones de personas en nuestro país por el solo hecho de ser mujeres. Los hombres tenemos que hacer un mejor trabajo en esto”.


Lo que sí podemos hacer los hombres para ayudar a combatir la misoginia en nuestra vida cotidiana es pensar antes de hablar, y actuar, especialmente cuando escuchamos a otros hombres denigrar a las mujeres. Hoy tenemos a un candidato presidencial que constantemente denigra a las mujeres, incluso hasta ha hecho comentarios en donde alaga el asalto sexual. Señores, debemos unirnos a las mujeres y ponerle un alto a Donald Trump.
Como hombre, me enfurecen los comentarios ofensivos de Trump en contra de las mujeres, y me indigna que no se tocó el corazón para pedir una disculpa sincera. Incluso, como si fuera un niño berrinchudo, prefirió insistir y excusar sus palabras diciendo que los hombres comúnmente hablan de esta manera de las mujeres y que esos comentarios ofensivos son normales en nuestra sociedad. Estoy aquí para decirles a Trump y a todos los hombres que lo defienden, que no. Los hombres no glorificamos el asalto sexual hacia las mujeres. En realidad, los verdaderos hombres rechazamos estos comentarios no solo porque tenemos hermanas, hijas, tías y madres, pero porque nadie tiene el derecho de violar los derechos de ningún ser humano, por virtud de su humanidad. Debemos medir el carácter de los hombres por medio de este nivel básico de decencia, especialmente aquellos que buscan ser presidente de la nación.
Cuando Trump minimizó el impacto de sus comentarios divulgados el viernes pasado como una “conversación de vestidor,” hizo a un lado la desgracia y el sufrimiento que han vivido millones de sobrevivientes del asalto sexual. Trump promueve el asalto sexual, lo acepta y hasta lo excusa. Trump está en la trama final de su entrevista para ocupar el puesto más importante en los Estados Unidos, y hasta ahora no ha hecho nada más que reprobar.
Por lo contrario, Hillary Clinton es una líder con una carrera ilustre, una mujer que ha pasado décadas abogando por nuestras comunidades y quien podría hacer historia al ser la primer mujer presidente. Además de su experiencia en el sector político, también ha dedicado la mayor parte de su vida adulta a causas humanitarias y ha luchado arduamente por mejorar las vidas de millones de niñas y mujeres en los Estados Unidos y alrededor del mundo. Su punto de vista sobre las mujeres puede describirse repitiendo algo que dijo en 1995 durante una convención de las Naciones Unidas: “Los derechos humanos son los derechos de la mujer, y los derechos de la mujer son derechos humanos.”
Es claro que Trump no tiene respeto, ni valora a las mujeres como nada más que un objeto. Trump quiere regresar el tiempo y desborrar el progreso que hemos logrado juntos durante las últimas décadas. A este hombre no le interesa construir coaliciones, especialmente con las mujeres. ¿Qué tipo de persona construye su camino a la Casa Blanca por medio de presumir sobre haber cometido un asalto sexual sin ningún remordimiento?
Como político, mi trabajo es liderar con mi ejemplo y reflejar los intereses y las prioridades de quienes votaron por mí cada día. Yo no decido cuando o cuando no es conveniente abogar por las mujeres. Es mi obligación como servidor público fortalecer a mi comunidad y a mi país, y condenar las injusticias que en este existen. Les debo a mis constituyentes alzar la voz por ellos. Y es por eso, y porque soy ser humano consciente que entiende las consecuencias del trato y las palabras de Trump, que hoy quiero pedirles a los hombres que ignoran estos comentarios y creen que esto no tiene nada que ver con ustedes, que busquen en ustedes mismos la humanidad que nos une a todos. Hagan lo correcto y denuncien la misoginia, los ataques y las injusticias que sufren millones de personas en nuestro país por el solo hecho de ser mujeres. Los hombres tenemos que hacer un mejor trabajo en esto.
Es también por esto que no puedo comprender por qué hay políticos como Marco Rubio, quien incluso después de que salieran estas grabaciones a la luz, sigue sin quitarle su apoyo a Donald Trump. Rubio sabe que Trump es peligroso y que no hay excusa para promover el ataque sexual ni referirse a las mujeres de la manera en que Trump lo hizo. Sin embargo, Rubio sigue apoyándolo, todo por razones políticas.
Cuando una en cada cinco mujeres son víctimas del asalto sexual en este país, no es aceptable seguir apoyando a un candidato presidencial que denigra a las mujeres y que piensa que un comentario que promueve el asalto sexual es solamente “conversación de vestidor.” No es posible que nos quedemos de brazos cruzados y que permitamos que esto sea la normalidad en un país que ha sido un ejemplo para el mundo en cuestión de derechos civiles.
Para todas las sobrevivientes que han escuchado los comentarios de Trump y de quienes apoyan o desmienten su comentario, por favor sepan que estas personas no representan el futuro de nuestro país. No están solas, tienen el apoyo mío y de millones de hombres que sí saben distinguir entre el bien y el mal. Juntos podemos luchar contra hombres como Trump. Así como dijimos “basta” cuando Trump insultó a los mexicanos. Así como dijimos “basta” cuando insultó a las personas con discapacidades. Así como dijimos “basta” cuando salieron a la luz una vez más los comentarios que hizo en contra de Alicia Machado.
Y como dijimos "basta" cuando promovió la violencia contra latinos y afroestadounidenses que protestaron en sus eventos, ahora debemos decir "suficiente" de abusos y sacar a este misógino racista de la vida pública y de la política.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







