En el momento en que el capitán estadounidense Humayun Khan se postró frente a un coche bomba en una base militar en Irak, no pensó en la raza, género o estatus económico de las personas a quienes iba a proteger. En un acto heroico, les salvó la vida a sus compañeros militares pagando con el último sacrificio: su vida. A los que vivimos en este país nos toca honrar la memoria de estos héroes y agradecer a sus familias por el sacrificio de sus hijos. Es lo decente, lo correcto, y lo mínimo que podemos hacer.
La hora de pedir perdón
“Si le quedara una onza de dignidad y empatía, o del patriotismo del que tanto habla, Trump le ofrecería una disculpa a la familia Khan y a las fuerzas militares a quienes ha ofendido. Es lo menos que puede hacer por un héroe de la patria”.


Pero esta semana pasada, quedó claro que el sacrificio de la familia Khan le importó poco a Donald Trump, quien al ser criticado por los padres de Khan debido a su política racista hacia los musulmanes y otros grupos, mostró un nuevo nivel de intolerancia y desconsideración al insultar y atacar a la familia Khan.
Lo que Trump no entiende es que al atacarlos a ellos, nos atacó a todos los veteranos, militares y a las familias de miles de soldados que han perdido la vida. Nos atacó a todos aquellos que reconocemos que héroes como Humayun son lo que hacen grande a este país y que ellos más que nadie merecen respeto y honra.
Como veterano, yo tuve el honor de servir a nuestro país en la Marina de los Estados Unidos. Y los comentarios de Trump son un insulto a mi servicio y al de las personas con las que serví. El veredicto es claro, llegó la hora de que el Partido Republicano denuncie a Trump. Y a Trump le llegó la hora de pedir perdón.
Y es que desde que los padres de Khan le rindieron tributo a su hijo, su alma, en la convención nacional Demócrata, Trump mostró que su cinismo y descaro no tienen límite. Sus ofensas llegaron a tal grado que hasta algunos de sus más allegados aliados se han distanciado de estos comentarios. Por ejemplo, Sally Bradshaw, quien es una de las estrategas republicanas que ayudó a escribir el reporte para el partido después de que perdieron las elecciones presidenciales del 2012, anunció ayer que se va del Partido Republicano gracias a Trump y a sus más recientes insultos y ataques hacia la familia Khan.
Miembros de la Cámara de Representantes quienes son veteranos de guerra, Ted Lieu, Seth Moulton y Rubén Gallego, le enviaron una carta al vocero Paul Ryan, exigiendo que retracte su apoyo a la candidatura de Trump. Ryan y el líder de la mayoría Republicana en el Senado Mitch McConnell han defendido a la familia Khan y denunciado la prohibición de entrada a los musulmanes en este país. Y el senador Republicano John McCain, líder de la vieja guardia del partido y veterano condecorado quien llegó a ser prisionero de guerra, se unió a estas voces emitiendo una declaración emotiva en la cual llama los comentarios de Trump inaceptables y reitera la valentía y heroísmo de Khan y de sus padres. Sin embargo, el liderazgo del Partido Republicano sigue apoyando la candidatura de Trump, quien ha insultado la memoria de héroes como Humayun y nuestras familias, y quien le ha hecho tanto daño a nuestro país.
Incluso, una coalición de familiares de soldados que han perdido la vida y de veteranos le envió una carta a Trump, diciéndole que al ofender a la familia Khan, ha ofendido a cada uno de ellos y exigiendo una disculpa. Sin embargo, Trump no se ha dignado a dar respuesta o a dar la cara.
El delirio de grandeza del que padece Trump ha llegado a su límite. Ha menospreciado la vida de un hombre que literalmente se puso entre una bomba y un grupo de soldados estadounidenses y quien quedará grabado en la historia de este país como un héroe que dio la vida por su patria. Humayun era un patriota estadounidense que amaba a los Estados Unidos, que era admirado por sus compañeros militares y quien sirvió a su país hasta el último minuto. Humayun Khan era todo lo que Trump se imagina ser, pero que nunca será. Trump no pensaría por un segundo poner su vida en riesgo por su prójimo; de hecho, se negó cinco veces a cumplir con su deber militar en tiempos de guerra, dando nada más que excusas para no servir a su país.
Si le quedara una onza de dignidad y empatía, o del patriotismo del que tanto habla, Trump le ofrecería una disculpa a la familia Khan y a las fuerzas militares a quienes ha ofendido. Es lo menos que puede hacer por un héroe de la patria. Y si no lo hace, el liderazgo republicano debe retractar su apoyo a la candidatura de Trump y mandar un mensaje claro que en este país se respeta a aquellos que han servido y a sus familias, sin importar su raza, opiniones o afiliación política.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







