Desde hace varios años está claro que, sin reformas importantes desde 1986, las leyes federales de inmigración deben ser actualizadas. Para mejorar la seguridad, impulsar la economía y tratar de manera justa a los inmigrantes que buscan construir el sueño americano, necesitamos modernizar un sistema que no ha tenido cambios significativos en más de 30 años. Por demasiado tiempo Washington ha evitado el arduo trabajo que implica negociar y comprometerse. Es el momento de que eso cambie, y de que los legisladores finalmente empiecen a actuar.
Es hora de dar el primer paso para modernizar las leyes migratorias
“Si bien los problemas no se resolverán de la noche a la mañana, ni en una sola legislación, es hora de comenzar a buscar soluciones, y el esfuerzo debe empezar con los dreamers”.

En ausencia de reformas, el número de inmigrantes que viven en Estados Unidos por fuera de la ley se ha disparado. Nuestra economía ha sufrido, ya que los empleadores que no pueden encontrar trabajadores estadounidenses se han visto imposibilitados de contratar inmigrantes, o se han puesto en riesgo a sí mismos y a sus trabajadores al contratarlos ilegalmente. Las familias estadounidenses han luchado para navegar un complejo sistema de inmigración que a veces parece no tener sentido. Si bien estos problemas no se resolverán de la noche a la mañana, ni en una sola legislación, es hora de comenzar a buscar soluciones.
Este esfuerzo debe empezar con los dreamers.
Estos jóvenes llegaron al país en su niñez. No conocen otro hogar que Estados Unidos, y muchos ni siquiera hablan el idioma de su país de origen. Son estudiantes respetuosos de la ley, trabajadores, hombres y mujeres que sirven en las Fuerzas Armadas. Están aquí tratando de construir una vida mejor para ellos y para sus familias, y también están mejorando este país. Por todos estos motivos, nuestra nación será más fuerte protegiéndolos por medio de una legislación que les garantice un estatus legal permanente.
Desafortunadamente, los presidentes recientes, de ambos partidos, han fallado en sus esfuerzos de trabajar con el Congreso en una solución. El presidente Barack Obama alentó al Congreso a aprobar una ley, pero al final tomó medidas ejecutivas unilaterales en lugar de arriesgarse a que sus rivales políticos recibieran crédito por ello. El presidente George W. Bush también buscó la acción del Congreso, pero el esfuerzo finalmente se rompió en medio de la lucha partidista. Con el presidente Donald Trump ofreciendo su apoyo a una solución legislativa para proteger a los dreamers, y con perspectivas reales de consenso, existe la posibilidad de aprobar una legislación que logre este objetivo de sentido común mientras se aumenta la seguridad y se promueven las oportunidades económicas.
El nuevo año ha comenzado con noticias alentadoras sobre la economía. En la última mitad de 2017 nuestra nación creció a una tasa superior al 3%. La reforma tributaria recientemente promulgada potenciará la economía, permitiendo que los trabajadores se queden con más de lo que ganan, y creando oportunidades para que los empleadores inviertan y se expandan. Al remover la excesiva carga fiscal sobre las familias y las empresas, la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos ( Tax Cut and Jobs Act ) ayudará a aumentar las oportunidades económicas y promoverá el crecimiento salarial para las familias y los trabajadores, lo que hará que sea más fácil para las personas pagar sus cuentas, tener una mejor educación y atención médica, o poder utilizar más recursos para construir su propio sueño americano.
La reforma del sistema de inmigración es la forma correcta de seguir impulsando la economía. En este momento existe una mezcolanza de leyes de inmigración obsoletas e impracticables que obstaculizan la competitividad de las empresas estadounidenses. Considérese que, sin una acción legislativa, los empleadores estadounidenses tendrían que reemplazar cada semana un estimado de 7,000 empleos ocupados hoy por miembros de DACA –con un costo semanal de 61 millones de dólares–. Actualizar nuestras leyes para garantizar que los dreamers puedan permanecer aquí, trabajar y facilitar a los empleadores su contratación, impulsará la economía y nos ayudará todos.
El Congreso y el presidente tienen la oportunidad de dar el primer paso en la solución de un tema importantísimo –llegar a una solución que ofrezca seguridad a los dreamers y haga más fuerte a nuestro país–. Proteger a los dreamers, mejorar la seguridad e impulsar nuestra economía son todos objetivos que se pueden lograr si el presidente y los legisladores trabajan al unísono.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.







