Adrianna Quintero: Liderazgo latino en la lucha contra el cambio climático

Adrianna Quintero, directora de Voces Verdes, La Onda Verde, NRDC
El 12 de diciembre el mundo llegó a un acuerdo para combatir el cambio climático y con este sellamos una década de negociaciones ambientales con broche de oro. Por primera vez en la historia, casi 200 países se unieron para cortar la contaminación de carbono que causa el calentamiento global y acelerar la transición hacia un futuro de energía limpia y renovable. Este compromiso compartido nos ayudará a dejarles a nuestros hijos y nietos un planeta más sano y un futuro más brillante.
Tuve el privilegio de asistir a la Cumbre Mundial del Clima (COP21) en París y de estar entre las miles de personas de todo el mundo pidiendo acción climática. Como alguien que ha trabajado para aumentar el papel hispano frente al cambio climático estuve especialmente impresionada por el liderazgo que demostró Latinoamérica y los líderes latinos estadounidenses en las negociaciones. Jefes de estado, alcaldes, empresarios y defensores de la justicia climática de los Estados Unidos y América Latina se hicieron sentir en París, orgullosamente demostrando su compromiso hacia metas ambiciosas para un mundo mejor.
El objetivo del Acuerdo de París es lograr un mundo de cero emisiones netas con un equilibrio entre el carbono que liberamos a la atmósfera y lo que se absorbe naturalmente y movilizar nuevas inversiones en los sectores de energía limpia. Esta es la plataforma legal que necesitamos para lograr la meta que soñamos.
Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables al cambio climático y el acuerdo sienta las bases para desarrollar comunidades y economías resistentes. Durante la Cumbre del Clima varios países Latinoamericanos jugaron un papel clave en avanzar las negociaciones demostrando así que la región puede y quiere ser parte de la solución climática. Este liderazgo internacional y compromiso deberá ahora traducirse en pasos concretos a nivel nacional.
Los latinos en todo el hemisferio occidental queremos enfrentar esta crisis. Encuesta tras encuesta muestra que los latinos de EEUU apoyan abrumadoramente la acción climática. Una encuesta encontró que 9 de cada 10 latinos del país apoyan el plan del presidente Obama para cortar la contaminación de carbono de las centrales eléctricas, la mayor fuente de emisiones causante del cambio climático en EEUU. Este apoyo no es sorprendente ya que muchos en nuestra comunidad ya están sintiendo los impactos del clima.
En Latinoamérica, e l calentamiento global amenaza las costas, los glaciares y la rica naturaleza de la región -sus recursos pesqueros, sus corales, sus cultivos, y la inmensa biodiversidad de especies que son el asombro del mundo entero-. Playas desde Miami hasta Santiago, Chile, se enfrentan a crecientes mareas y frecuentes inundaciones. Según cálculos del Banco Interamericano las pérdidas económicas en la región por el cambio climático podrían ascender a US$ 100,000 millones anuales para el 2050.
Por lo tanto, durante las negociaciones de París los países de América Latina buscaron además poner en relieve la importancia de la adaptación y la urgencia de identificar -y financiar - respuestas a los peores impactos del cambio climático.
Estamos listos para responder al cambio climático y estamos viendo el progreso que se puede lograr al nivel nacional, regional e internacional. Ciudad de México, considerada una de las ciudades más contaminadas del mundo, ha reducido su contaminación de carbón 7.7 millones de toneladas, superando su meta original por más de 10 por ciento. Ahora la nación está tratando de hacer aumentos similares y el presidente mexicano Peña Nieto resalta las oportunidades económicas que vienen con combatir el cambio climático. México se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 25 por ciento en 2030 y ha dicho que dependiendo de la asistencia de otros países, estarían dispuestos a incrementar su compromiso hasta el 40 por ciento.
Colombia ha adoptado recientemente un objetivo de reducción de emisiones de toda la economía nacional, que reducirá la contaminación contribuyente al cambio climático un 20 por ciento en 2030. Estas promesas muestran movimiento en la dirección correcta que puede repercutir en todo el continente.
América Latina, con sus abundantes recursos renovables tiene todas las de ganar. Según Bloomberg New Energy Finance, cuatro de los diez mejores países para la inversión en energía limpia ya se encuentran en Latinoamérica: Brasil, Chile, México y Uruguay. En conjunto, en el año 2014 estos cuatro países vieron un total de USD 23,000 millones en inversiones de energía limpia.
Aquí en Estados Unidos, el Plan de Energía Limpia por primera vez establece límites sobre la contaminación de carbono de las centrales eléctricas, una acción que los Latinos de todas las profesiones y en todo el espectro socioeconómico hemos apoyado fuertemente. En California, estado con una de las poblaciones de latinos más numerosas en EEUU, el gobierno ha tomado la acción más agresiva del clima en el país gracias al liderazgo de líderes Latinos como el presidente del Senado Pro Tempore, Kevin de León. En la Florida, los funcionarios electos en todo el sureste han hecho un compromiso compartido para frenar el cambio climático reflejando los deseos de muchos de los hispanos de la región.
Mirando estos logros, podemos decir con confianza que el año 2015 fue un año de liderazgo y apoyo frente a la crisis climática. Desde el mensaje del Papa Francisco hasta el acuerdo en París, los latinos hemos demostrado nuestro compromiso de dejar atrás nuestra dependencia de los combustibles fósiles contaminantes y encaminarnos hacia un futuro de energía renovable y eficiencia energética. Este cambio seguirá requiriendo liderazgo y apoyo de todos nosotros. Es hora de reconocer nuestra influencia en el ambiro ambiental y saber qué juntos podemos crear comunidades más fuertes, resistentes y sostenibles. Debemos seguir levantando nuestras voces y pedir el cambio que sabemos que se puede lograr y el que todos merecemos.