Cientos de migrantes pasaron la noche a la intemperie bajo la lluvia y el frío en la frontera entre Croacia y Eslovenia luego de que Zagreb los enviase en tren a la zona a pesar del rechazo del país vecino a admitir a más personas en su territorio.
El tren que transportaba a unas 1,800 personas llegó a la frontera en la madrugada del lunes. La policía croata dejó que los migrantes saliesen del convoy pero agentes eslovenos, que estaban desplegados en la frontera, instalaron vallas para evitar una entrada masiva.
Durante horas, los migrantes - entre los que había mujeres y niños - buscaron la forma de colarse en Eslovenia, aunque las autoridades dejaron pasar solo a pequeños grupos. La policía croata presente al otro lado les impedía dar la vuelta.
La policía eslovena dijo el lunes que 150 mujeres y niños que viajaban en el tren fueron registrados y accedieron al país. El incidente fronterizo provocó una disputa diplomática entre Croacia y Eslovenia.


