Maduro sale ileso de accidente aéreo
"La mano de Dios tuvo que haber estado presente", afirmó Maduro a la televisión local. "Gracias a Dios los cuatro (ocupantes de la nave) salimos ilesos: mi hija Lorena, mi amigo Michael Dickman, el capitán Boanerges Torres y yo", dijo el mandatario.
"En este tipo de accidentes las probabilidades de (sufrir) por lo menos heridas graves son bastante altas y muchas veces hasta la muerte", añadió Maduro.
El presidente relató que tras el accidente "compatriotas teleños nos ayudaron cuando estaba saliendo nadando hacia la playa. Me ayudaron muchísimo, había literalmente miles de teleños y visitantes en la playa que vieron lo sucedido".
Qué ocurrió
Maduro explicó que la nave había llegado al Puerto de Tela y que, antes de aterrizar, el piloto "decidió sobrevolar la pista para verificar que no hubiera obstrucciones".
"Veníamos paralelos a la playa, un poquito hacia el lado del mar, cuando se nos apagó el motor", recordó Maduro. "Inmediatamente el capitán trató de volver a encenderlo, pero estábamos (volando) muy bajos. Entonces él (capitán) se orientó alejándose de la playa para evitar causar daños a los bañistas".
El presidente hondureño contó además que cuando las ruedas de la nave tocaron el agua, el impacto fue "muy fuerte" y el avión se fue a pique. Posteriormente "sentí cuando la parte delantera de la nave pegó en la arena y la cabina empezó a llenarse de agua".
Minutos de pánico
"Logré quitarme el fajón (cinturón) de seguridad, (y estaba) muy preocupado por mi hija. El agua me daba quizás al pecho cuando logré soltarme. Oí que Michael me llamaba que me fuera por arriba y salí del aparato por encima del asiento. A mi hija Lorena a había sacado Michael", agregó.
Maduro dijo que cuando salieron los cuatro ocupantes salieron de la nave siniestraza había cientos de bañistas a unos 10 metros de distancia. Algunos lanzaron salvavidas "pero ya no era necesario", señaló.
El presidente dijo a los medios que apenas siente un dolor en una rodilla que aseguró que a su regreso a Tegucigalpa se someterá a un examen médico.
"Me recibieron con un cariño increíble, hasta con aplausos", remarcó emocionado. "Estuve media hora platicando con ellos. Obviamente me sentía desubicado y enormemente contento que la mano de Dios había intervenido para salvarnos a todos", reiteró Maduro.