"Es difícil que un hijo se sienta discriminado solo por hablar su idioma", asegura la madre de la menor, que decidió denunciar a la maestra para proteger a su hija y a otros estudiantes que podrían vivir la misma situación. La mujer habló ante la junta escolar de Richmond, en Virginia, que respondió con la suspensión de la profesora y un rechazo a cualquier acto de racismo.
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