Esta mujer era líder sindical de policías, pero traficaba fentanilo en sus ratos libres, según fiscales

“Lo siento, estoy en un viaje de negocios porque tuvimos dos policías que fueron baleados”. El mensaje fue enviado el 2 de mayo de 2022 por Joanne Marian Segovia, entonces directora ejecutiva del sindicato de Policías de San José, una ciudad del norte de California. Las autoridades afirman que conversaba con un narcotraficante que opera en India, quien sabía que ella trabajaba con agentes del orden.

El texto es parte de la evidencia que presentaron detectives de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para arrestar a Segovia, de 64 años.

La líder sindical enfrenta hasta 20 años de prisión si se confirma que intentó distribuir ilegalmente fentanilo análogo en este país.

Desde 2003, Segovia se desempeñaba como directora ejecutiva de la Asociación de Oficiales de Policía de San José (SJPOA), que durante 61 años ha representado a los elementos de dicha dependencia.

Los fiscales alegan que ella usó su oficina, su computadora de trabajo y su correo electrónico del SJPOA para comprar y distribuir múltiples cargamentos de fentanilo, algunos valorados en miles de dólares.

La denuncia señala que, entre octubre de 2015 y enero de 2023, Segovia recibió al menos 61 paquetes con droga sintética a su domicilio, provenientes de Canadá, China, España, Gran Bretaña, Hong Kong, Hungría, India y Singapur.

Estaban etiquetados como "Recuerdos de fiesta de bodas", "Maquillaje de regalo", "Chocolate y dulces", "Suplemento alimenticio", "Producto de salud" y "Suplemento".

La descubrieron en un operativo del HSI enfocado en una red de traficantes de opioides fabricados en India, cuya mercancía llegaba a la Bahía de San Francisco y a varias regiones del país.

Al registrar el celular de un operador de la organización criminal encontraron mensajes encriptados que identificaban a un cliente, “J Segovia”, un domicilio en San José y las palabras: “180 pastillas SOMA 500 mg”. Confirmaron que se trataba de la acusada buscando en la base de datos del Departamento de Vehículos de California (DMV).

Soma es un relajante muscular que bloquea las sensaciones de dolor entre los nervios y el cerebro. Los médicos lo recetan para tratar lesiones, pero limitan su uso por dos o tres semanas.

Los registros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) revelaron que, entre julio de 2019 y enero de 2023, la dirección de Segovia fue el destino de cinco paquetes incautados que contenían distintos tipos de opioides: alrededor de 1.5 kilos de Zolpidem (3.3 libras), 2.5 kilos (5.5 libras) de Tramadol y más de 1 kilo (2.2 libras) de Tapentadol. Algunos envíos estaban valuados en “miles de dólares” en el mercado negro, según HSI.

Las conversaciones con un narcotraficante

Segovia habría utilizado comunicaciones encriptadas de WhatsApp para planificar la logística de recepción y envíos de esas pastillas, de acuerdo con el Departamento de Justicia.

Esa plataforma le ayudó a comunicarse en privado por más de tres años con un traficante que operaba desde India. A él le comentó sobre los policías con heridas de bala en 2022 y el 14 de junio de 2021 le dijo: “Tuve 50 oficiales nuevos a partir de hoy, así que he estado ocupada toda la mañana. ¡Estaré de vuelta en la oficina dentro de una hora y me encargaré de todo! ¿Alguna noticia sobre el soma?”.

Estos son otros mensajes sobre pagos que, según el gobierno, le envió a su proveedor:

• 4 de julio de 2022: “Necesito enviarte 900 dólares por las pastillas naranjas que están en camino. ¿Están en camino?”.
• 12 de septiembre de 2022: “Sí, recibí 500 miligramos de soma. También recibí 180 pastillas naranjas”.
• 23 de enero de 2023: “Envié los 2,300 dólares, pero no me deja enviar los 375 dólares… demasiado (dinero) en un día”.

Esta es la conclusión a la que llegó David Vargas, detective de HSI, al examinar las conversaciones. “Creo que el chat demuestra la falta de franqueza de Segovia cuando fue entrevistada por agentes de HSI. Los agentes de HSI que hablaron con Segovia le describieron su modus operandi exacto. Segovia, en cambio, insistió en que no estaba al tanto de la conducta y trató de incriminar a otro individuo”, señala una declaración jurada que Vargas interpuso el pasado 10 de marzo en el Distrito Norte de California.

A pesar de que la acusada fue entrevistada en su casa por agentes federales el pasado 1 de febrero, ella “continuó ordenando sustancias controladas”, agrega la acusación.

Ese día, Segovia afirmó haber pedido solo “suplementos” y “nada fuera de lo común”, mencionó que “trabajaba para el departamento de policía”, negó haber pedido ni recibido drogas sintéticas por correo, que respecto a eso “no sabría ni por dónde empezar” y que entendía perfectamente que era algo ilegal.

“Afirmó no tener idea de por qué estaban su nombre y dirección en el teléfono de un presunto narcotraficante”, redactó el detective Vargas en su declaración.

Vargas volvió a entrevistar a Segovia el 14 de marzo, porque ella le dijo que tenía información importante que compartirle: culpó a una mujer que identificó como amiga de la familia y ama de llaves.

Según ella, esa persona sufría de trastorno por consumir drogas. Aunque hizo “declaraciones inconsistentes” sobre si aquella mujer tenía acceso a su celular, aseguró que se había hecho pasar por ella en WhatsApp porque “sabe mucho de mí”. Finalmente comentó que “no quería ‘arrojar (a su amiga) a los lobos’, sino que quería ser ‘honesta’” con HSI.

Al día siguiente, Vargas fue notificado de una incautación de fentanilo análogo en Kentucky. Era un paquete enviado desde China, etiquetado como “RELOJ” y que iba dirigido al domicilio de Segovia.

A finales de ese mismo mes, HSI supo que agentes aduanales habían confiscado 1,160 gramos de Tramadol el 23 de julio de 2019 y que tenían como destino final la casa de la líder sindical.

Segovia no respondió a las preguntas que le hizo la prensa a la salida de una corte federal. “La señora Segovia no tiene comentarios por el momento”, dijo su abogado, quien caminaba a la par de su clienta. “¿Sigue diciendo que fue su ama de llaves?”, le preguntó un reportero, pero ella no dijo nada.

El sindicato de Policías de San José retiró de su página de internet y redes sociales toda la información relacionada con Segovia. Hasta el momento la asociación no se ha pronunciado sobre este caso.