El escándalo de las "casas del terror": discapacitados vivían en un sótano cubiertos de heces y orina, y sin ver la luz

Aunque al principio no esperaban encontrar nada, los miembros del Centro de Recursos Legales hicieron una inspección inesperada en un hogar social del pueblo de Bardesti, en el centro de Rumanía, y lo que hallaron fue "indignante... inhumano".

Video Rescatan a siete niños que vivían en condiciones deplorables en una casa en Carolina del Sur

Tras recibir angustiosos mensajes de texto de un joven que se mostraba preocupado por las condiciones en las que vivía su amigo en un hogar de atención social en Rumanía, Georgiana Pascu organizó una visita no anunciada para inspeccionar esas instalaciones.

“Al principio, estábamos bastante seguros de que no habría nada allí”, dijo Pascu, gerente de programa del Centro de Recursos Legales, una ONG que se dedica a la protección de los más vulnerables. Un día antes, dijo, las autoridades estatales habían llevado a cabo una inspección del hogar de cuidado para personas mayores y discapacitadas, y no se habían señalado problemas.

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Pero lo que ella y sus colegas descubrieron en ese hogar social del pueblo de Bardesti, fue "indignante... inhumano", declaró.

Detalles escalofriantes: personas viviendo en un sótano sobre colchones sucios de heces y orina

“Había una mujer muy joven que parecía desnutrida, no se movía, no hablaba nada, estaba acostada en el piso del sótano”, dijo a Pascu a la AP. “Había otra joven, lloraba y pedía agua”, agregó.

La organización no gubernamental descubrió a fines de julio que seis residentes vivían en el desordenado y lúgubre sótano de 'La casita de Min', rodeados de materiales de construcción, además de 23 personas que vivían en los pisos superiores. Cuatro residentes con discapacidades severas, que “no podían defenderse ni pedir ayuda”, yacían sobre colchones sucios “de heces, orina y sangre, con moscas encima”.

El equipo de tres del Centro de Recursos Legales llamó de inmediato a los servicios de emergencia, y llegaron la policía y los equipos de ambulancia, pero incluso ellos pidieron refuerzos, dijo Pascu. Horas más tarde, un residente dirigió a Pascu a lo que ella describió como una pequeña “habitación apartada… con solo una cama dentro” donde dos residentes vivían “sin luz artificial o natural”.

Imágenes del sótano de La Casita de Min. Según los hallazgos de la ONG, cuatro residentes con discapacidad severa vivían en el sótano, tumbados sobre mantas embarradas de heces, orina y sangre.
Imágenes del sótano de La Casita de Min. Según los hallazgos de la ONG, cuatro residentes con discapacidad severa vivían en el sótano, tumbados sobre mantas embarradas de heces, orina y sangre.
Imagen AP

Hallazgos inquietantes en hogares sociales de Rumanía

Los hallazgos de la ONG desencadenaron una investigación judicial y se producen después de descubrimientos similares en otras instituciones privadas. Hasta ahora, dos miembros del gobierno de Rumanía se vieron obligados a renunciar por lo que los medios rumanos han denominado el escándalo de las “casas del terror”.

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El descubrimiento es solo el último de una serie de revelaciones inquietantes que han sido noticia de primera plana en los medios locales, destacando el impacto que la corrupción puede tener en las personas socialmente vulnerables en Rumanía, que se unió a la Unión Europea (UE) en 2007.

Una de las principales condiciones para la adhesión de Rumania a la UE fue que tomara medidas enérgicas contra la endémica corrupción, pero sigue siendo uno de los miembros más corruptos del bloque, según Transparencia Internacional.


A principios de julio, las redadas policiales en tres residencias separadas en el condado de Ilfov, cerca de Bucarest, la capital, también descubrieron abuso y negligencia generalizados de personas mayores y discapacitadas. Se publicaron imágenes de residentes atados a camas en habitaciones sucias, algunos mostrando signos de abuso físico y luciendo desnutridos y excesivamente delgados.

En esos casos, la agencia contra el crimen organizado de Rumania, DIICOT, dijo que en 2020 se formaron dos bandas criminales organizadas acusadas de trata de personas y otros cargos para “explotar a las personas con discapacidad o en situaciones vulnerables”. Los fiscales dijeron que los residentes fueron sometidos a trabajo no remunerado a través de actos de coerción y violencia física, y que no recibieron suficiente comida.

Los fiscales iniciaron una investigación criminal y dijeron que hay más de 20 sospechosos en el caso.

Los hallazgos de La Casita de Min

La DIICOT detuvo a tres personas tras los recientes hallazgos en la Casita de Min. Según la agencia, estas formaron una banda criminal en 2020 “para cometer el delito de trata de personas” y los residentes fueron sometidos a “tratos inhumanos y degradantes” a través de agresiones físicas y morales.

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Los residentes estaban siendo explotados bajo el pretexto de una asociación que retenía los pagos de sus beneficios estatales o las sumas que les enviaban amigos y familiares, dijeron los fiscales. En lugar de destinar el dinero al cuidado de los residentes, se utilizó principalmente “en beneficio de los miembros del grupo”.

Dos funcionarios locales fueron despedidos por los hallazgos y las autoridades cerraron la casa.

La agencia AP se comunicó con el joven que le había planteado preocupaciones a Pascu sobre la Casita de Min, pero no estaba autorizado a hablar al ser una víctima en el caso legal.

De acuerdo con Doru Constantin, portavoz de los servicios sociales del condado de Mures, los inspectores revisaron la Casia de Min el día antes pero no encontraron nada ya que no tuvieron acceso al sótano del edificio. “No puedo creer, incluso ahora, que algo así pueda suceder en nuestro condado”, agregó.

En esta imagen publicada el 27 de julio de 2023 por el Centro de Recursos Legales de Rumanía, se aprecia a una persona adolescente completamente desnutrida sobre una cama improvisada en el sótano de la residencia.
En esta imagen publicada el 27 de julio de 2023 por el Centro de Recursos Legales de Rumanía, se aprecia a una persona adolescente completamente desnutrida sobre una cama improvisada en el sótano de la residencia.
Imagen Centro de Recursos Legales vía AP

Una "desgracia nacional"

El presidente Klaus Iohannis calificó las revelaciones como una "desgracia nacional" y dijo que se deben tomar medidas para "cortar el mal de raíz".

Uno de los jefes de la residencia de ancianos de Ilfov, alega DIICOT, estaba despilfarrando el dinero de los residentes en prostitutas, drogas y fiestas. También está siendo investigado por abuso de autoridad por la Dirección Nacional Anticorrupción, que también investiga por corrupción a dos inspectores sociales que realizaron controles favorables a residencia en mayo.

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El ministro de Familia, Gabriel Firea, de quien se dice que tiene estrechos vínculos con el jefe de la residencia, se vio obligado a dimitir en medio del creciente escándalo, al igual que el ministro de Trabajo, Marius Budai. Ambos negaron tener conocimiento de los problemas de las residencias.

Alin Mituta, un legislador rumano en el Parlamento Europeo, preguntó a la Comisión Europea en julio si planeaba investigar el problema de los asilos abusivos de Rumanía, que dijo que violaba directamente la Carta de Derechos Fundamentales del bloque. Las autoridades rumanas responsables, dijo Mituta, "eran conscientes de estos problemas... pero no se tomó ninguna medida".


La portavoz de la Comisión Europea, Anitta Hipper, dijo en un comunicado enviado a la AP el miércoles que el órgano está "profundamente preocupado por este caso, ya que no hay lugar para el maltrato de personas vulnerables en la UE", y agregó que no puede comentar sobre las investigaciones en curso.

Las recientes revelaciones también han traído recuerdos de cuando los orfanatos de la era comunista de Rumanía ganaron exposición internacional después de que el líder comunista Nicolae Ceausescu fuera ejecutado en 1989. A principios de la década de 1990, se difundieron por todo el mundo imágenes de miles de niños abandonados en orfanatos donde vivían en condiciones precarias.

Bianca Albu, una periodista de investigación rumana que informó por primera vez sobre los hogares de ancianos de Ilfov hace seis meses junto con su colega Ovidiu Vanghele, dijo que su informe inicialmente no atrajo “ninguna atención por parte de las autoridades locales o nacionales”. Ella teme que “estos problemas estén ocurriendo en toda” Rumanía. “Es como una enfermedad”, dijo.

El primer ministro, Marcel Ciolacu, expresó su agradecimiento la semana pasada a las ONG que "expusieron los abusos en el sistema de bienestar". “Es obvio que el estado rumano necesita ayuda”, dijo. “Necesitamos cerrar este capítulo de abuso”.