Noruega recicla el 97% de las botellas de plástico que produce y es uno de los países más avanzados en esta materia en el mundo. Con un ingenioso sistema de devolución que recompensa a los consumidores, 1,100 millones de envases de plástico y latas de aluminio fueron llevadas a supermercados, tiendas y gasolineras en 2018, y de allí regresaron a las fábricas.