Una banda de estafadores se aprovechó de decenas de inmigrantes en Estados Unidos, a quienes amenazó falsamente con deportarlos o arrestarlos si no pagaban por cursos de inglés inexistentes. Los delincuentes urdieron su fraude durante ocho años desde centros de llamadas a miles de millas de distancia, en Lima, Perú, logrando hacerse con $2 millones.
Banda de estafadores amenazaba a migrantes con la deportación si no pagaban por clases de inglés inexistentes
La banda operaba desde centros de llamadas en Perú liderados por Josmell y Carlos Espinoza. Ellos y sus secuaces se hacían pasar por abogados, funcionarios de la corte y agentes federales. Fueron extraditados a EEUU, donde ya fueron sentenciados o están por serlo.

La trama fue explicada este lunes por el Departamento de Justicia, que logró la extradición de los dos líderes de la banda —Josmell y Carlos Espinoza Huertas— y cinco secuaces. Todos se declararon culpables ante la Justicia estadounidense y ya cumplen penas de cárcel o están por conocer las suyas.
Se les acusó por fraude bancario y por correo por las llamadas fraudulentas que hicieron entre abril de 2011 y julio de 2019 desde varios centros o call centers que poseían u operaban en la capital peruana bajo nombres como JFC Perú, Camino al Progreso y Latinos en Acción.
No fue revelado cómo, pero la banda obtenía los números telefónicos e información de contacto de inmigrantes que recién habían llegado a Estados Unidos desde México, países de Centroamérica o donde el idioma principal es el español. Les decían que debían pagar por productos o el costo de clases de inglés que jamás existieron.
El modus operandi solía ser el siguiente: llamaban a sus víctimas para notificarles que habían ganado productos como tablets con cursos de inglés. Los estafados usualmente expresaban interés en los supuestos productos ganados, especialmente porque les ayudarían a mejorar su inglés, dijeron las autoridades.
Era ahí cuando la banda les pedía "grandes sumas de dinero" para recibir esos productos. Y, si las víctimas no accedían a pagar por ellos les amenazaban falsamente con llevarlas a los tribunales.
Los amenazaban con falsos arrestos y deportaciones
También les amenazaban con falsos arrestos, deportaciones y con perjudicar sus reportes de crédito en Estados Unidos. Todo ello haciéndose pasar por abogados, funcionarios judiciales, agentes federales y representantes de "cortes de delitos leves", dijo el Departamento de Justicia.
Lograron perpetrar su fraude por tanto tiempo que Carlos Espinoza se hizo con más de $1.3 millones, mientras que su hermano Josmell amasó $700,000, precisaron las autoridades.
Carlos Espinoza se declaró culpable este lunes, luego de haber sido extraditado a Estados Unidos. Escuchará su sentencia el próximo 14 de febrero y su hermano días antes, el 9 de febrero. Los otros cinco cómplices ya cumplen penas de entre 90 y 110 meses de cárcel en el país.
"Quienes se hagan pasar por funcionarios del gobierno de Estados Unidos y usen amenazas contra nuestras comunidades inmigrantes serán llevados ante la Justicia y juzgados en cortes estadounidenses", dijo Brian Boynton, vicefiscal general en funciones de la división civil del Departamento de Justicia.
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