Paradise, el pueblo entero que desapareció por el incendio Camp Fire
Con carrozas fúnebres esperando, los equipos de rescate reforzaron el domingo la búsqueda de cuerpos entre los escombros humeantes en la localidad de Paradise que fue arrasada por Camp Fire, uno de los dos enormes incendios forestales que avanzan de forma desproporcionada en cada uno de los extremos de California.
Según los últimos reportes del domingo por la noche, en ambos incendios, Camp Fire en el norte y Woolsey en el sur, se tenía un registro de 31 personas fallecidas.
En el norte de California, donde hasta el momento 29 personas han perdido la vida y al menos 228 se encuentran desaparecidas, trabajan cinco equipos de rescate, la mayoría de ellos en Paradise, una localidad de 27,000 habitantes que fue arrasada por las llamas casi en su totalidad desde el pasado jueves, y dejó un saldo de al menos 6,700 hogares y comercios calcinados.
Las autoridades convocaron a un laboratorio ambulante de ADN y a antropólogos para que ayuden a identificar a las víctimas del incendio denominado como el más destructivo de la historia de California y probablemente también en el más letal si sigue subiendo el balance de víctimas mortales.
Para el domingo en la tarde, una de las dos carrozas fúnebres negras que estaban estacionadas en Paradise había recogido otro conjunto de restos. La gente que buscaba a sus amigos o parientes llamó a centros de evacuación, hospitales y a la oficina del forense.
La residente Sol Bechtold manejó de un albergue a otro buscando a su madre, Joanne Caddy, una viuda de 75 años cuyo hogar se incendió junto con el resto de su vecindario en Magalia, al norte de Paradise. Vivía sola y no conducía.
Bechtold publicó un anuncio en las redes sociales, lo colocó en los tableros de avisos de los albergues y le mostró su fotografía a los evacuados, preguntando si alguien la reconocía. Se topó con algunos de los vecinos de su madre, pero ninguno la había visto.
Mientras conducía entre el humo y la bruma hacia otro albergue, dijo: “También estoy bajo una oscura nube emocional. Tu madre está en algún lugar y no sabes dónde. No sabes si está a salvo”.
“Tengo que mantenerme positiva”, afirmó. “Ella es una mujer fuerte e inteligente”.
Las autoridades y familiares mantenían la esperanza de que muchos de los que se desconoce su paradero estuvieran a salvo y simplemente no tuvieran teléfono u otras formas para contactar a sus familias y amigos. El Departamento de Policía del afectado condado norteño estableció un centro de llamadas para personas desaparecidas con el fin de ayudar a contactar a la gente.
Por la tarde del domingo, el gobernador Brown agradeció a las personas que han estado trabajando en condiciones complicadas para apagar los incendios.
"Hemos pedido recursos al gobierno federal, es el momento de trabajar juntos. "Este no es el nuevo normal, es el nuevo anormal". Y continuará los próximos 15 o 20 años y la mejor ciencia nos dice que la sequía se va a intensificar. El manejo de los bosques no detiene el bosque climático. Esto es real. Tenemos un gran reto que amenaza nuestra forma de vida", señaló.
Autoridades esperan que los vientos secos soplen hasta el martes, lo que elevó la urgencia de las órdenes de evacuación, dijeron las autoridades.
"Estamos entrando en una nueva normalidad. La tasa de propagación es exponencialmente más alta de lo que solía ser", dijo el jefe de bomberos del Condado de Ventura, Mark Lorenzen, quien sostuvo en una conferencia de prensa que los incendios en California en 2018 avanzan mucho más rápido que hace 10 años.
Las cuadrillas que combaten el fuego habían contenido un 25% del incendio Camp Fire en el norte del estado, que ha quemado unas 44,000 hectáreas, según el sitio en internet de bomberos de California. Por su parte, el incendio Woolsey ha consumido 33,700 hectáreas, pero sólo estaba contenido en un 10%.
En el sur de California se tenía el registro de al menos dos personas sin vida y 177 inmuebles arrasados por Woolsey y que amenazaba también a los residentes de la comunidad costera de Malibú, cerca de Los Ángeles.
Woolsey duplicó su tamaño de viernes a domingo, lo que provocó órdenes de evacuación para un cuarto de millón de personas en el barrio acomodado de Malibú en la costa y otras comunidades en los condados de Los Ángeles y Ventura.