Edmundo Sánchez comienza su día a las cinco de la mañana. Es la hora que, dice, halla las flores “más tiernitas y bonitas” en un mercado de Los Ángeles. Las vende en una esquina de la ciudad californiana, la segunda más grande del país y que con 4.9 millones de hispanos concentra al 9% del total de la población latina de EEUU, según estimaciones de Pew Research.
Un vendedor de flores de Los Ángeles presta todos sus ahorros para salvar el negocio de una colega
Edmundo Sánchez, de 78 años, llegó a Estados Unidos hace 37 y pasa jornadas de 12 horas diarias vendiendo ramos en una esquina de la ciudad californiana. Prestó $4,000, los ahorros de toda su vida, para evitar el cierre de un puesto en el mercado.
A don Edmundo le dicen “El tío”. Antes de vender flores, se dedicaba a trabajar en una cocina. Dejó Puebla, México, hace 37 años, y desde entonces ahorró con la esperanza de volver a casa o bien poner su propio negocio. “Ahorritos” que ha reunido en estos años aun cuando, como dijo en una entrevista a Despierta América, “a veces la venta no da”.
Esos “ahorritos”, como él los llama, han cambiado la vida de Bertha Martín García, una vendedora del mismo mercado de flores, quien en diciembre había dicho que la falta de venta provocada por la pandemia. “Me dijo ‘yo te voy a ayudar’”, explicó Martín. “Al principio no le creía…”
Pero don Edmundo mantuvo su palabra. Dice que la pandemia le hizo ver la vida de otra manera y creyó más útil dar todos sus ahorros a la vendedora del mismo mercado donde compra sus flores al amanecer para después hacerlas ramos y venderlas por 12 horas todos los días. Así le prestó $4,000 dólares reunidos con su esfuerzo, de los que explicó que no tiene prisa para que se los paguen, no pide intereses y no recibió ni un pagaré.
“Si no lo estoy haciendo yo porque no tengo lugar, pues la gente que lo tenga, que lo hagan”, dijo, a un año después del inicio de la pandemia por coronavirus que ha costado la vida de más de 530,000 personas en Estados Unidos y ha devastado la economía de millones de personas.


















