Sydney Sutherland, una enfermera de 25 años, fue reportada como desaparecida el pasado 19 de agosto luego de haber salido a correr como lo hacía habitualmente por un camino en el condado de Jackson, en Arkansas.
Salieron a correr y fueron asesinadas: recopilamos los casos más recientes
Sydney Sutherland de 25 años fue raptada y violada antes de ser asesinada en un sendero en Jackson, Arkansas. Con ella, ya son varias las mujeres en EEUU que han corrido la misma suerte mientras hacían ejercicio al aire libre.

Tras dos días de intensa búsqueda, el cuerpo sin vida de la joven fue hallado cerca de su casa.

Las autoridades arrestaron días después a Quake Lewellyn, un granjero de 28 años que reside en el área y que fue acusado de secuestro, violación y asesinato.
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En una declaración jurada emitida por un agente de la policía de Arkansas y que fue reseñada por la cadena local Kate8, afiliada de ABC, Lewellyn admitió haber visto a Sutherland caminando por la carretera CR-41. Asegura que luego la llevó a una granja donde la agredió sexualmente y la mató.
El juez Harold Erwin, de la corte de circuito del condado de Jackson, ordenó que Lewellyn fuera detenido sin fianza. Su próxima comparecencia en la corte está programada para el 1 de octubre.

Acoso a las mujeres que salen a correr
El caso de Sutherland no es el único de mujeres que han sido asesinadas mientras salen a ejercitarse. Una encuesta realizada por la página de internet Runners World, indicó que más del 80% de las mujeres han sido acosadas en el país mientras se ejercitan al aire libre.
Precisamente, para combatir este problema, Runners World y Women's Health se unieron para crear Runners Alliance, una plataforma para abogar por una jornada de ejercicios al aire libre más segura compartiendo experiencias y recursos.
Según Runners Alliance, el 94% de las mujeres que han sido acosadas mientras corren dicen que nadie las ayudó después de haber informado lo sucedido.
Otros casos recientes de asesinato de mujeres mientras hacían ejercicio:
¿Qué hacer en caso de acoso?
De acuerdo declaraciones dadas por la atleta e instructora de autodefensa Julie Barron Morrill, a la publicación digital RunnersWorld.com, hay cuatro recomendaciones que se deben tener en cuenta para que una potencial víctima de acoso sexual que va corriendo sea menos vulnerable a un ataque.
1. Esté preparado y consciente: Los corredores deben tener un plan con anticipación para la posibilidad de una interacción incómoda o un ataque violento.
"Tiene que pensar en cómo respondería a la agresión. Debe practicar, incluso mentalmente, su respuesta física. De esa forma estas acciones se convertirán en un hábito, lo que permitirá que sus instintos tomen el control cuando las cosas se pongan difíciles", dijo Morril.
La experta señala que además es importante estar atento en todo momento al entorno.
"Antes de que suceda algo malo, sepa dónde está la salida más cercana o reconozca las calles laterales por donde podría escapar si fuera necesario", dice.
2. Huye: Cuando algo sucede o simplemente tiene la sensación de que algo malo podría pasar, lo primero que Morrill siempre aconseja es salir de allí.
"Somos corredores, ese es nuestro superpoder, así que corre", dice Morrill, indicando que a veces suena obvio, pero no siempre es tan fácil y no solo porque puede haber algo físico que detenga a la posible víctima.
"Huir de una situación con la que no te sientes cómoda puede parecer que estás siendo grosero u ofensivo, que es algo que la mayoría de las mujeres están condicionadas a evitar. Es importante aprender a ser mezquina, de modo que cuando te sientas incómoda no tengas miedo de reaccionar", indicó la experta.
3. Usa tu voz: Para la experta es importante que la víctima de un ataque pueda manifestarse en voz alta sobre lo que está sucediendo con el atacante.
"Si estás acorralada y no puedes huir, usa un tono de voz alto y grita con autoridad. Tienes que ser el animal más aterrador, de esa forma asustarás a quien te acosa o ataca", dijo Morrill.
4. Defiéndete: Según Morrill, este es el último recurso. Dado que muchos ataques comienzan con un agarre por detrás o un intento de empujar o hacer perder el equilibrio a la víctima. El primer paso aquí es concentrarse en la postura para evitar ser derribada, que es el objetivo del atacante.
"Para hacerlo, doble las rodillas con un pie ligeramente por delante del otro y el torso sobre las caderas. Tu cuello debe ser largo con la barbilla ligeramente doblada y tus codos deben estar hacia arriba y doblados para que tus antebrazos enmarquen tu rostro", afirma la instructora.
“Cuando las cosas se ponen físicas, enseño cuatro armas principales”, dice Morrill. " Cómo golpear, patear, usar las rodillas y los codos. A partir de ahí, solo busca causar suficiente dolor o confusión en tu atacante para escapar", indicó, afirmando que se tiene que usar cualquier recurso disponible para tratar de sobrevivir.





