Por agresiones y amenazas contra trabajadores, una ciudad de EEUU cambia su política sobre cubrebocas

Este viernes, Oklahoma se unió a otros estados que comenzaron la reapertura de ciertos lugares. Pero una ciudad tuvo que cancelar abruptamente sus planes porque algunos clientes se negaron a usar cubrebocas dentro de una tienda, incluso amenazando con un arma de fuego para no acatar la norma.

Esto ocurrió en un lapso de tres horas desde que entró en vigor ese mandato en Stillwater, a 83 millas de Oklahoma City. Relajando restricciones de la cuarentena, dicha orden exigía a los clientes usar tapabocas en restaurantes y tiendas, lo cual desató la ira de algunos.

“Los empleados de una tienda han sido amenazados con violencia física y han sido objeto de abuso verbal. Además, ha habido una amenaza de violencia con el uso de un arma de fuego. Esto ha ocurrido en tres breves horas y ante la clara evidencia médica de que las mascarillas ayudan a contener la propagación del covid-19”, dijo el administrador de la ciudad, Norman McNickle, en un comunicado.

Quienes se reusaron a obedecer, indicó el funcionario, afirmaban que la Constitución prohíbe que una persona sea obligada a ponerse un cubrebocas, lo cual es falso. “Ninguna ley o tribunal respalda esta opinión”, subrayó McNickle.

En respuesta a estos incidentes, el alcalde Will Joyce tuvo que enmendar la orden pidiendo ahora a las empresas que “alienten, pero no exijan, que los clientes se cubran la cara” para evitar contagios.

“Odio que nuestros negocios y sus empleados hayan tenido que lidiar con el abuso hoy (viernes), y me disculpo por ponerlos en esa posición”, dijo Joyce en un tuit. “No soy el tipo de persona que le teme a los acosadores, pero tampoco enviaré a alguien más a pelear la batalla por mí”, agregó el alcalde.

Oklahoma es uno de los estados menos afectados por el brote del coronavirus. Este domingo se reportaba que tenía 238 fallecimientos y 3,851 contagios, números bajos en comparación con el estado vecino de Texas, donde la cifra de muertes es tres veces mayor.

Al alcalde Joyce le extrañó la reacción de quienes entraron a los establecimientos de su ciudad con el rostro descubierto. “Todos deberíamos acostumbrarnos a la idea de usar una máscara para protegernos unos a otros (…) A las personas que recurren a las amenazas y la intimidación cuando se les pide que den un paso simple para proteger a su comunidad: me avergüenzan. Nuestra libertad como estadounidenses también conlleva responsabilidades”, expresó en su cuenta de Twitter.

También los empleados del Ayuntamiento de Stillwater recibieron mensajes ofensivos el viernes por la nueva orden, según Joyce. “Sabía que habría algunas objeciones, pero no esperaba confrontaciones físicas con empleados y llamadas telefónicas amenazadoras al ayuntamiento”, lamentó el alcalde.

Stillwater tiene una población de 50,000 habitantes, de los cuales el 78.5% son blancos, 4.5% negros y 4.9% latinos, según la Oficina del Censo.