Con solo 48 horas, la esposa de un paciente de 55 años que era tratado por covid-19 logró que un juez del estado de Minnesota ordenara al hospital que lo mantuviera conectado al respirador artifical de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Mujer obtiene orden judicial para evitar desconexión de su esposo con covid-19 de un respirador artificial
El pasado 13 de enero, a mediodía, Scott Quiner iba a ser desconectado del equipo que su familia creía que lo apoyaba para recuperarse del coronavirus después de pasar dos meses hospitalizado. La reacción rápida de su esposa, logró que el paciente, de 55 años, fuera trasladado a un hospital de Texas.

El pasado 11 de enero, los médicos del Hospital Mercy, ubicado en el suburbio de Coon Rapids, en el norte de Minneapolis, informaron a Anne Quiner que le retirarían el respirador al que estaba conectado su esposo, Scott Quiner, y que lo apoyaba para continuar con vida.
Anne Quiner decidió presentar una demanda al día siguiente en contra de los médicos y el hospital donde su esposo había sido tratado por covid-19 durante más de dos meses, según se lee en documentos judiciales y en una página de GoFundMe que la familia de Quiner abrió hace unos días.
“En ausencia de una orden del tribunal que impida que el hospital Mercy del acusado apague el ventilador, mi esposo morirá”, se lee en la página de la fondeadora.
Contagiado, sin vacunas y hospitalizado
El martes 30 de octubre, Scott Quiner, quien no estaba vacunado, dio positivo a covid-19. En ese momento, fue ingresado en un hospital de Waconia, una ciudad ubicada en el suroeste de Minneapolis, con niveles críticos de oxígeno bajos.
Quiner necesitó sedación profunda debido a que sus niveles de oxígeno no mejoraban. Los médicos decidieron colocarle entonces un respirador.
No obstante, el 6 de noviembre, el hospital de Waconia decidió transferir a Quiner a la UCI del Hospital Mercy. Su familia fue informada que el traslado se realizaría para proveerle la atención médica que requería, incluida la asistencia de un ventilador.
Fue el 11 de enero, casi dos meses después de estar internado, cuando los médicos de esa institución informaron a Anne Quiner que a su esposo le sería retirado el ventilador en 48 horas, es decir, el jueves al mediodía.
Hasta ahora no está claro por qué los médicos del Hospital Mercy decidieron desconectar el ventilador al paciente. Un portavoz de Allina Health, que administra el Hospital Mercy, se negó a hablar sobre el tratamiento de Quiner al ser buscado por el diario The Washington Post, citando la privacidad del paciente, pero defendió su atención médica en general.
Anne Quiner presentó al día siguiente una petición en un tribunal de Minnesota en busca de una orden de restricción temporal para evitar que los médicos apagaran el ventilador de su esposo.
El 13 de enero, aproximadamente una hora y media antes de que los médicos planearan desconectar el aparato un juez le otorgó a Quiner la orden para que su esposo siguiera conectado.
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El sábadado pasado, Scott Quiner fue trasladado en avión a un hospital en el estado de Texas que la familia no identificó.
La abogada de Quiner, Marjorie Holsten, aseguró a The Washington Post a través de un correo electrónico que los nuevos médicos de Scott Quiner lo han alimentado e hidratado además de darle “los tipos correctos de medicamentos que (el hospital) Mercy no proporcionaría”.
Holsten agregó que este martes, Scott Quiner se comunicaba con la gente parpadeando, asintiendo y apretando las manos.
“Se está recuperando, aunque tiene un largo camino por delante”, afirmó la abogada.
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