La confianza de los consumidores en la economía de Estados Unidos se hundió en noviembre a su nivel más bajo en siete meses, en medio de temores sobre el alza de los precios y la disponibilidad de empleos y el golpe del reciente cierre del gobierno federal, mostró este martes un reporte de The Conference Board.
La inflación, la desaceleración del empleo y el cierre del gobierno golpean la confianza en la economía
La sombría percepción económica puede suponer problemas para el presidente Donald Trump y los republicanos en el Congreso, pues la preocupación que expresaron las personas consultadas abarcó todas las afiliaciones políticas y fue particularmente fuerte entre independientes.

El índice de la confianza del consumidor que elabora este grupo que brinda tendencias económicas cayó 6.8 puntos en noviembre, a 88.7.
"La confianza del consumidor bajó en noviembre a su nivel más bajo desde abril. (...) Las respuestas que escribieron por su cuenta los consumidores sobre los factores que están afectando la economía continuaron siendo lideradas por las referencias a los precios y la inflación, los aranceles y el comercio, y la política, con más menciones al cierre del gobierno federal", explicó Dana Peterson, economista en jefe de The Conference Board.
"Las menciones sobre el mercado laboral cedieron un poco, pero siguieron apareciendo entre los temas que se citan con frecuencia. El tono general de las respuestas escritas de noviembre fue algo más negativo que el de octubre", agregó.
La proporción de consumidores que cree que hay "suficientes" empleos bajó a 27.6% en noviembre, desde 28.6%. Ese porcentaje ha caído bastante desde el 37% de diciembre pasado.
Al mismo tiempo, 17.9% consideró que "es difícil" obtener un empleo, levemente por debajo del 18.3% de octubre.
El malestar por los precios altos se traspasa al gobierno de Trump
La sombría percepción económica puede suponer problemas para el presidente Donald Trump y los republicanos en el Congreso, pues la preocupación que expresaron las personas consultadas abarcó todas las afiliaciones políticas y fue particularmente fuerte entre independientes, agregó The Conference Board.
A Trump le está siendo difícil convencer a las personas de que con él han mejorado las finanzas en sus hogares. Y en su ímpetu por promover ahora la bandera de la asequibilidad tras las derrotas republicanas en las recientes elecciones, el mandatario dio marcha atrás a algunos de los aranceles que tanto ha defendido y propuso ideas económicas con pocos detalles.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, por su parte, apostó a que las cosas mejoren en 2026 cuando las personas reciban los reembolsos por el pago de impuestos al Servicio de Rentas Internas (IRS).
El gobierno está tropezando con la misma piedra de precios más altos con la que se topó la administración de Joe Biden, que pesó fuertemente en la campaña presidencial del 2024 y fue un problema que Trump prometió resolver "desde el primer día" tras su regreso a la Casa Blanca.
También este martes, un reporte del gobierno mostró que las ventas minoristas se desaceleraron en septiembre tras mantener un buen ritmo en el verano. Si bien los economistas anticipan un buen crecimiento en el trimestre julio a septiembre, muchos esperan que se suavicen en los últimos tres meses del año, mayormente debido al impacto del cierre del gobierno.
Una menor confianza en la economía podría causar que algunas personas frenen sus compras, pero esa conexión a veces no queda clara. En los últimos años, el gasto de los consumidores se ha mantenido sólido en momentos en que los datos sugerían que estaban más ansiosos o menos confiados de la situación económica.
"No creemos que el gasto de los consumidores esté al borde de un precipicio, dado que el gasto se ha desacoplado de la confianza. Pero han crecido los riesgos a la baja", consideró Thomas Simons, economista en jefe para Estados Unidos del banco de inversiones Jefferies.
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