La Corte Suprema se ha convertido en un punto de conflicto político en los últimos años. El giro hacia la derecha que ha tomado, gracias a los tres nombramientos que logró hacer en su mandato Donald Trump y algunas decisiones que refuerzan posiciones defendidas por los conservadores, han provocado crecientes pedidos de reforma, desde aumentar el número de magistrados hasta eliminar la condición "vitalicia" que tienen sus cargos.
Las reformas a la Corte Suprema que propone Biden: una apuesta "audaz" con poco futuro
En relativamente pocos años, la Corte Suprema pasó de ser vista como garante de la imparcialidad en el sistema estadounidense a ser sospechada de tomar decisiones con favoritismo político. ¿Cuán realizable es la transformación que Biden propone para el máximo tribunal?

En esa ola de la opinión pública más liberal, el presidente Joe Biden reveló el lunes planes para reformar radicalmente al máximo tribunal, aunque se trata más de un listado de aspiraciones que de un programa de aplicación concreta porque no cuenta con respaldo suficiente en el Congreso para que pueda avanzar. En cualquier caso, es una manera para Biden de cimentar su legado y reanimar a las bases del Partido Demócrata ahora que desistió de sus aspiraciones a la reelección.
Los sorprendentes fallos sobre el aborto, la relativa 'inmunidad' presidencial y otros temas, además de una serie de escándalos que involucran a la Corte, en un discurso en la Biblioteca Presidencial Lyndon Baines Johnson en Austin, Texas, el presidente pidió límites de mandato de 18 años para los jueces y un código de ética ejecutable.
"El extremismo está socavando la confianza pública en las decisiones de la Corte", dijo Biden, quien también propuso una enmienda constitucional para revertir el reciente fallo de la Corte Suprema que respalda las afirmaciones de inmunidad presidencial de Trump.
"No hay reyes en Estados Unidos", dijo en la biblioteca, que celebra el legado de Johnson, o LBJ, el último presidente estadounidense en ejercicio que no buscó un segundo mandato en 1968.
Deseos liberales para la Corte Suprema (difíciles de concretar)

La Corte Suprema desempeña un papel enorme en la determinación de las vidas de los estadounidenses comunes, con jueces nombrados de por vida que deciden sobre casi todos los temas clave, desde la salud reproductiva hasta el medio ambiente.
Los planes de Biden harían que los jueces cumplieran mandatos de 18 años y se nombrara un nuevo juez cada dos años. Mientras tanto, un código de ética obligaría a los jueces a declarar obsequios y posibles conflictos de intereses.
Tracy Thomas, profesora de derecho en la Universidad de Akron, dijo que una proporción sustancial de la población estadounidense ha perdido la confianza en la Corte, una opinión confirmada por recientes encuestas de opinión.
Una encuesta de la Facultad de Derecho de Marquette publicada en mayo encontró que solo el 39% de los adultos estadounidenses aprueba el trabajo que está haciendo la Corte Suprema, mientras que el 61 por ciento lo desaprueba. Una mayoría de republicanos (el 57%) aprobó el desempeño de la Corte, en comparación con solo el 23% de los demócratas.
"Todo comenzó en el año 2000"
"Todo esto comenzó realmente con Bush versus Gore", cuando un tribunal de mayoría conservadora resolvió una disputa electoral de 2000 entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore a favor del candidato republicano, dijo Thomas. "Es la primera vez que empezamos a ver a la Corte como abiertamente partidista", añadió.
La mayoría de seis magistrados nombrados por presidentes republicanos ante los tres asignados por presidentes demócratas se ha impuesto en varias decisiones polémicas, reforzando la idea de que se trata de líneas ideológicas que, además, se han saltado el tradicional respeto por el precedente que siempre ha caracterizado a la Corte Suprema.
Pero promulgar un cambio institucional sustancial en un clima tan polarizado es casi imposible, coinciden los analistas.
Una enmienda constitucional es una "posibilidad remota" en el clima político actual, dicen los expertos legales, ya que requeriría la aprobación de dos tercios de ambas cámaras del Congreso y tres cuartas partes de las legislaturas estatales.
Lograr la aprobación del Congreso para los límites de mandato también es dudoso, ya que los demócratas tienen solo una pequeña mayoría en el Senado y son minoría en la Cámara de Representantes. Y los líderes republicanos, al final, no ven ninguna razón para restringir a la Corte cuando finalmente pareciera que está haciendo lo que quieren que haga.
Un 'código de ética' para la Corte Suprema
Entre las propuestas de Biden, algunos consideran que la creación de un código de ética es algo que podría tener posibilidades de concretarse.
Carl Tobias, profesor de derecho de la Universidad de Richmond, señaló a la agencia AFP que todos los jueces de tribunales federales de apelaciones y de distrito están sujetos a "un código de conducta ético exigible".
La Corte Suprema adoptó un código de ética en noviembre tras las revelaciones de investigaciones de medios que dejaron al descubierto vacaciones de lujo que recibieron dos jueces conservadores y otras conductas que arrojaban dudas sobre su imparcialidad como jueces. El juez Clarence Thomas admitió recientemente que dos vacaciones de lujo que tomó en 2019 fueron pagadas por un donante político republicano multimillonario.
Thomas, el juez con más años de servicio en la Corte, también ha ignorado los llamados a recusarse de los casos relacionados con las elecciones de 2020, después de que su esposa participó en la campaña para mantener a Donald Trump en el poder a pesar de su derrota electoral.
El juez Samuel Alito rechazó las peticiones de que se abstenga de participar en algunos casos relacionados con Trump después de que se descubriera que banderas vinculadas a las falsas denuncias de fraude electoral del expresidente ondeaban en el exterior de su casa y de su propiedad vacacional.
Y, aunque ambos negando cualquier irregularidad, la Corte y el comportamiento de los magistrados fue muy criticado por carecer de un mecanismo de cumplimiento.
El senador Dick Durbin, demócrata de Illinois que preside el Comité Judicial del Senado, agradeció a Biden por "destacar la crisis ética de la Corte Suprema". "Si el presidente de la Corte Suprema, (John) Roberts, no usa su autoridad existente para implementar la reforma, el Congreso debería usar su autoridad constitucional establecida para exigir a la Corte que implemente reformas éticas consistentes con todos los demás tribunales federales", dijo Durbin.
Reformas a la Corte Suprema y las elecciones 2024
La vicepresidenta Kamala Harris, ahora la virtual candidata presidencial demócrata, dijo en un comunicado que ella y Biden pidieron al Congreso que apoyara los planes. "Estas reformas populares ayudarán a restaurar la confianza en la corte, fortalecerán nuestra democracia y garantizarán que nadie esté por encima de la ley", dijo.
Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo en un comunicado que la "peligrosa táctica de la administración Biden-Harris está muerta desde el principio en la Cámara".
La opinión pública se ha vuelto recientemente contra una institución que alguna vez fue vista como el brazo imparcial del gobierno estadounidense, y una encuesta reciente muestra que casi dos tercios de los estadounidenses creen que las decisiones de la Corte son principalmente políticas (conservadores y liberales ven con igual desconfianza, dependiendo de cómo afecte sus intereses lo que se decida).
Biden probablemente estaba tratando de "concientizar al público" y "presentar a la Corte Suprema como un tema electoral", dijo a la agencia AFP el experto legal Steven Schwinn, profesor de derecho en la Universidad de Illinois en Chicago.
El último gran impulso para reformar la Corte Suprema, que ha estado compuesta por nueve jueces desde poco después de la Guerra Civil, se produjo durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt, cuyas políticas del New Deal enfrentaban oposición. Roosevelt propuso ampliar la Corte, pero finalmente abandonó el plan.
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