Los padres de una niña de seis años con una enfermedad neurodegenerativa y problemas respiratorios se niegan a dejar el hospital después de que le dijeron que iban a desconectar el tubo respiratorio que mantenía viva a la pequeña. La policía trata de sacarlos a la fuerza e incluso una oficial les dice que se “comportan como animales” por resistirse.